Este viernes Oviedo volvía a vestirse de gala una vez más para acoger a la tradicional entrega de los Premios Princesa de Asturias. El Teatro Campoamor volvió a servir como escenario de una importante noche para la familia real y en especial para la princesa Leonor, que ha regresado de forma temporal a España para ejercer como anfitriona de los actos que llevan su nombre. Arropada por los reyes Felipe y Letizia, por su hermana Sofía y por sus abuelas Sofía de Grecia y Paloma Rocasolano, Leonor brilló en una jornada que acabó pasada por agua. Pero también lo hicieron su madre y su hermana, que sacaron la artillería pesada de sus armarios y triunfaron con una serie de detalles que quizás anoche pasaron desapercibidos.
La reina estaba deslumbrante con su vestido de The 2nd skin Co. De tafetán negro, tirantes y corte años 50, doña Letizia no podía estar más elegante. Bastaba esta delicada pieza para que la consorte eclipsara y acaparara todas las miradas, por encima incluso de la de su hija, con su permiso. Sin embargo, volver a casa siempre es motivo de celebración y la asturiana decidió desempolvar del joyero real algunas de las piezas más caras, con más historia y más especiales de la monarquía española: las joyas de pasar.
Estas pertenecieron a la reina Victoria Eugenia y durante generaciones, han ido 'pasando' de mano en mano y de reina en reina. Doña Letizia no suele sacar del joyero estas importantes alhajas, sin embargo, cuando lo hace, consigue elevar sus looks hasta niveles estratosféricos. En concreto lució tres piezas del ajuar de la esposa del rey Alfonso XIII: las pulseras gemelas y los pendientes chatones de brillantes.
En cada aparición pública podemos comprobar cómo poco a poco Leonor y Sofía perfilan cada día más su estilo. Mientras la princesa acudió a la entrega de Premios con un vestido retro a estrenar de Bgo & Me – firma que incorpora por primera vez a su vestidor – y unos tacones más altos de los que suele utilizar habitualmente, su hermana tiró de 'fondo de armario'.
La infanta Sofía llamó la atención con su look de bailarina compuesto por falda de tul rosa y top negro de punto con pailletes bordados. Un 'outfit' rompedor, fresco y juvenil tras el que, haciendo lupa y tirando de hemeroteca, descubrimos un detalle importante: la parte superior se la ha 'robado' a su madre.
La prenda en cuestión tiene una década de antigüedad y está firmada por Felipe Varela, el que durante años fue su modisto de confianza (que lo sigue siendo, aunque cada vez le sea más 'infiel'). La reina lució esta prenda durante una recepción de gala que tuvo lugar en el Palacio de la Zarzuela en marzo de 2011. Aquel día, los entonces príncipes de Asturias ofrecieron una cena al honor del presidente de Chile, Sebastián Piñera y su esposa Cecilia Morel. En aquella ocasión, la reina combinó el cuerpo con unan falda abullonada de color azabache que su hija pequeña no ha querido rescatar y ha cambiado por una más juvenil y fresca de Psophia.
En el look de la reina de aquel entonces también destacó una importante pieza del joyero real, aunque en esta ocasión pertenecientes a la rama de la familia de la reina Sofía. Sobre el cabello de soberana lucía la tiara conocida como 'la prusiana'. Una diadema muy especial para ella, pues fue la que utilizó el día de su boda con el rey Felipe en 2004 y que también utilizó la emérita el día en que contrajo nupcias en 1962.