El rey emérito ha regresado a España durante unos días y está aprovechando al máximo su paso por nuestro país. El padre de don Felipe, que aterrizó el pasado jueves en el aeropuerto de Vigo un año y ocho meses después de abandonar nuestro país, ha tenido ya la oportunidad de reencontrarse con algunos miembros de su familia, entre ellos su hija Elena, que le recibía a pie de pista con un caluroso abrazo y su nieto Pablo Urdangarin, al que acudía a ver a un partido que ha disputado en Pontevedra con el Barcelona B de balonmano.
Tras aterrizar en Vigo, y siempre acompañado por su equipo de escoltas, don Juan Carlos empezaba su periplo por tierras gallegas. La primera parada Sanxenxo, donde el emérito se aloja en la casa de Pedro Campos, un íntimo amigo del exmonarca y presidente del Real Club Náutico de la localidad.
Era en esta localidad donde el padre del rey tenía previsto ponerse de nuevo al mando del Bribón para participar en una regata. Sin embargo, las condiciones meteorológicas han impedido que se cumpla su agenda y su participación se ha visto frustrada al quedar suspendida la competición por falta de viento. Eso sí, don Juan Carlos, que que ya se encontraba en el club náutico cuando se anunció la suspensión, no desaprovechó la oportunidad y volvió a capitanear su barco durante un paseo por la ría de Pontevedra.
Suspendida indefinidamente la competición, se trasladaba hasta la ciudad de Pontevedra donde se ha producido el inesperado y cariñoso reencuentro con su nieto Pablo Urdangarin. El hijo de la Infanta Cristina que, casualmente se encontraba en esta localidad para disputar un partido con el Barcelona B de balonmano, ha tenido un espectador de excepción durante el partido que le enfrentaba al equipo local del Cisne.
El padre de Felipe VI llegaba al pabellón una vez empezado el partido y ayudado por sus escoltas ocupaba un asiento bajo el palco de autoridades, un lugar destinado para público en general pero que resultaba mucho más accesible para él debido a sus dificultades de movilidad.
Desde su localidad, don Juan Carlos ha seguido muy atentamente el partido y todas las intervenciones de su nieto. Una vez acabado el partido, Pablo Urdangarin se dirigía a la grada para reencontrarse con su abuelo, al que daba un cariñoso abrazo y con el que ha compartido una animada charla durante algunos minutos que ha puesto de manifiesto la buena sintonía que existe entre el hijo de la infanta Cristina y don Juan Carlos, al que se veía emocionado y orgulloso de su nieto.