El funeral de la infanta Pilar lo hizo evidente. Si ya se había analizado y requeteanalizado la supuesta animadversión entre Letizia y Cristina, aquella misa en el Monasterio de El Escorial fue para muchos la prueba definitiva. Las miradas de reojo de la infanta, el gesto de la reina agarrando a Felipe para que no se acercase a su hermana. No hubo experto en comunicación no verbal que no se viese en bucle este reencuentro de cuñadas.
Siempre se dio por hecho que el caso Urdangarín y la huella que este dejó en la corona fue el motivo de peso que rompió su relación. Pero parece que para dar con la tecla debemos remontarnos quince años atrás, a un jueves de julio de 2005 en el que todo cambió para ambas. Así lo ha relatado Pilar Eyre en su blog para la revista Lecturas. ‘La verdad sobre la enemistad de Letizia y Cristina’, titula su crónica.
En ella, la periodista nos traslada al bautizo de Irene, la hija menor de Cristina. Un caluroso evento celebrado en Zarzuela al que acudió una embarazadísima princesa de Asturias, que estaba a punto de ser madre de Leonor. También fueron desde Vitoria los Urdangarín, concretamente Juan María y Claire, padres de Iñaki. Y a su nuera se le ocurrió que, como gesto de afecto por parte de casa real, podrían hospedarse en el Pabellón del Príncipe, el hogar de Felipe y Letizia.
Según afirma la escritora, la reacción de la princesa fue clara. “No es que le pusiera pegas, ¡es que le dijo lisa y llanamente que no! ‘Estoy embarazada, no me siento bien y no me apetece tener en casa a unas personas que no conozco”, cuenta Eyre de forma textual. Tras hacer partícipe a la familia de esta decisión, la celebración “estuvo lleno de caras largas”.
“Cristina le contó lo sucedido a su padre, que adora a sus hijas. Por supuesto, la respaldó y no le dirigió la palabra a Letizia en todo el bautizo. Felipe no tuvo más remedio que ponerse de parte de su mujer, y desde entonces el trato con su hermana no ha hecho más que empeorar”, informa Eyre, que añade que un testigo de aquel desencuentro le aseguró que vio a la princesa de Asturias tan “angustiada” que “temió que fuera a desmayarse”.
Como apunte, Pilar recuerda que antes de este episodio su relación era estrechísima. Incluso se llegó a rumorear que Letizia sería la madrina del sacramento bautismal de Irene Urdangarín. Finalmente, Iñaki y Cristina escogieron a Rosario Nadal y a Pedro López-Quesada, amigos del matrimonio. “Si estaba así calculado desde el principio o se cambió debido al enfrentamiento de las cuñadas, nunca lo sabremos”, plantea la experta en casa real.