Es lunes 9 de marzo. En la abadía de Westminster se celebra la misa por el Día de la Commonwealth. Un acto anual que, en esta ocasión, es de crucial importancia por dos razones. La primera: es el último evento al que Meghan Markle y el príncipe Harry acuden en categoría de ‘royals’. La segunda está vinculada con su reencuentro público con Kate Middleton, el príncipe Guillermo y el resto de la familia real tras su polémica salida de Buckingham Palace.
La prensa mundial tenía marcado en su calendario esta fecha. Tras meses de dimes y diretes por el Sussexit, ¿cómo sería este adiós definitivo del matrimonio que consiguió dar un vuelco a los planes de los Windsor? En divinity.es analizamos este acto en cuestiones de moda de la mano de Nacho Montes, nuestro experto en protocolo. Pero los tabloides británicos han ido más allá.
Medios como Daily Mail se han puesto en contacto con una lectora de labios para descubrir qué se dijeron los Sussex y los Cambridge cuando pensaban que nadie les observaba. Ya no es una cuestión de gestos o miradas. Gracias al análisis de Camilla Tominey hemos podido desentrañar qué se dijeron los hermanos y cuñadas (y sí, entre sus comentarios tuvo gran presencia el coronavirus).
A su entrada a la abadía, donde también estaban presentes la reina Isabel II, el príncipe Carlos y Camila de Cornualles, el saludo entre Harry y Guillermo fue objetivamente tenso. Aunque en un principio no se percibe con exactitud qué palabras se intercambian, una conversación posterior del hijo pequeño de Lady Di con Meghan nos lo desvela. "Solo me dijo: 'Hola, Harry’. Eso fue todo", le cuenta.
Sin embargo, este sentimiento de extrañeza parece que fue fruto de un malentendido. Si nos fijamos en la conversación de Guillermo con Kate se deja entrever que su frialdad es a causa del coronavirus y las medidas de seguridad que se han de tomar para evitar contagios. “Todo esto del apretón de manos es extraño. Vamos a tener que ponernos un montón de gel de manos después de esto”, le comenta desde su asiento a su esposa.
Tras este breve pero intenso último paso de los duques de Sussex por Londres (el 31 de marzo se hará definitiva su salida de la casa real como miembros ‘senior’), Meghan Markle ya está de vuelta en Canadá, su nuevo lugar de residencia. ¿Y eso qué significa? Que la actriz ha podido reencontrase con su hijo Archie.
El hecho de que el último miembro de los Windsor en nacer no estuviese con sus padres en un viaje con tanto simbolismo parece que no sentó mu bien a su abuela, la reina de Inglaterra. Desde el pasado mes de noviembre, Isabel II no ve a su nieto. Una consecuencia del Sussexit que, según informaron especialistas en la corona, no ha sentado nada bien en Buckingham.