La vida de Victoria Federica ha despertado siempre un gran interés. No solo por haber nacido en el seno de la Familia Real, que también, sino porque desde que incluso antes de cumplir la mayoría de edad, la hija pequeña de la infanta Elena ha protagonizado un sinfín de polémicas debido a su carácter rebelde e indómito.
Fiestas clandestinas, selecto club de amigos, lujos y más lujos… Victoria Federica vive a cuerpo de reina. Especialmente desde la pandemia su nombre ha acaparado centenares de titulares, pues a pesar de las restricciones, ella pareció negarse a seguir la norma.
Muchas de esas noticias saltaron a la luz a través de los perfiles de redes sociales de sus amigos influencers, acostumbrados a compartir prácticamente todos y cada uno de sus movimientos; también de su novio, reconocido Dj entre los más jóvenes. Ella, como buena millennial, también es usuaria de este tipo de plataformas, aunque debido a su posición, siempre las ha tenido privadas y ha cuidado mucho quienes sí y quienes no podían ver sus publicaciones. Hasta ahora.
Victoria Federica ha cambiado de estrategia. Quizás en un ademán de limpiar su imagen, elevar su valor social y desligarse de esa mala fama y etiqueta de "sobrina díscola" del rey Felipe que la acompaña desde hace unos años. La joven, amiga de la influencer María García de Jaime, ha decidido hacer públicas sus redes sociales y mostrar al mundo cómo es – o cómo quiere que la vean – en realidad.
Así, tras acudir a la entrega de premios de una conocida revista, Victoria Federica ha decidido empezar a rentabilizar su imagen y dar un enorme salto en su carrera como influencer. Presumiendo de circulo 'instragrammer', posando con María G. o con Alba Díaz Martín, y por supuesto de vestidazo. Para su 'estreno' en sociedad, y su debut en la alfombra roja la nieta del rey emérito escogió una delicada y elegante pieza de terciopelo en color azul noche, con hombreras y espalda abierta, firmada por Lorenzo Caprile.
Aunque aún es pronto para saber por qué camino seguirá la joven y cómo rentabilizará su imagen en redes, este cambio de rumbo en su actitud ha empezado a dar sus frutos. Por el momento, la joven ya ha logrado que Instagram verifique su perfil con su tick azul y en apenas unas horas ha pasado de tener un puñado de miles de seguidores a más de 30 mil; cifra que aumenta por minutos.
A pesar de todo, y de los beneficios que esto pudiera traer consigo, esta decisión también expone a la hija de Jaime de Marichalar y la infanta Elena a la crítica abierta como personaje público. Una realidad que no ha tardado en producirse y junto a las pocas publicaciones que hay en su perfil ya pueden leerse algunos mensajes de odio y antimonárquicos. "Ya veremos cómo se paga sus caprichos cuando los Borbones terminen como Luis", escribe uno de sus primeros haters junto a una de las imágenes de Vic, como se refiere a ella su círculo más cercano.