La condensación es muy común que se acumule en las ventanas. Esta se produce por el contacto del aire húmedo con una superficie más fría. Esto indicará que hay un exceso de humedad en casa, lo que empañará varias superficies como son las ventanas. Es por eso que si en las ventanas se acumula demasiada humedad se pueden corroer los marcos y se podrá formar moho alrededor de las mismas.
Por eso, lo más recomendable será evitar la condensación a toda costa. Lo primero que habrá que hacer será ventilar la ventana de forma constante. Es por eso que suele condensarse después de la ducha o tras abrir la puerta del horno caliente. Tras esto, habrá que abrir deprisa la estancia donde se puede condensar la humedad. Así, lo recomendable será abrir las ventanas durante unos diez minutos al día y contar con los sistemas de ventilación más apropiados.
De la misma forma será indispensable utilizar extractores o humidificadores en casa. Gracias a este método lograrás disminuir la condensación y aumentar ese bienestar térmico. También, será importante controlar la temperatura media de la vivienda, por encima de los 17 grados. Por tanto, lo mejor será colocar un termómetro de casa para controlar la temperatura de la casa.
Además, para evitar la condensación habrá que tener en cuenta el tipo de cerramiento que tenemos. El PVC será el más adecuado para deshacerte de la misma y que deje de ser un problema. Se trata de un material que no es conductor, que aísla y que, además, no genera ningún punto frío. También, dependiendo del tipo de cristal, nos aseguraremos de un mejor control de la condensación.
Para resumir habrá que tener en cuenta que un vidrio simple puede generar un alto grado de condensación. Además una ventana con doble acristalamiento favorecerá que se produzca menos condensación. También, será importante que la calidad del vidrio sea alto.