Los mejillones son uno de los productos más consumidos en nuestro país. Son una gran fuente de nutrientes, con un alto contenido en proteínas y bajo contenido en grasa, por lo que se trata de un alimento perfecto para aquellas personas que quieran controlar su peso y seguir una dieta equilibrada. Eso sí, son muchas las personas que renuncian a consumirlos frescos porque piensan que limpiarlos y cocinarlos puede ser especialmente complicado.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que será importante comprar los mejillones el mismo día que lo vamos a consumir. Además, hasta el momento de consumirlo, lo más recomendable es que los envolvamos en un trapo húmedo y dentro de un bol en la nevera. Eso sí, no habrá que introducirlos en agua.
Una vez que estén limpios procederemos a su cocinado. Aquí lo más importante será no pasarse de cocción. Lo primero será colocarlos en una olla grande para que tengan espacio suficiente e incorporar un poco de agua. En ese momento habrá que dejarlos cocer durante unos cinco o siete minutos. Si alguno está cerrado, pasado el tiempo de cocción, habrá que desecharlo.
Además, deberás tener en cuenta que los mejillones suelen soltar un líquido que servirá para su propia cocción y, también, que podrá conservarse. Este se podrá usar para hacer caldos, arroces o cualquier tipo de salsa. También, debes tener en cuenta que los mejillones se pueden cocinar de diversas maneras. Así, se podrán hacer en escabeche, a la vinagreta, con crema o mejillones tigres.