Ha llegado la época de poner a punto nuestros bikinis y ropa de baño, que van a ser indispensables en los próximos meses. Pero se trata de prendas delicadas que suelen acusar el uso al final del verano, y normalmente terminan muy estropeadas a causa del cloro, la sal y la exposición al sol. La clave para que esto no ocurra es cuidarlas como se merecen, así que toma nota de cómo lavar la ropa de baño para no estropearla. Así podrás volver a utilizarla el año que viene y que siga estando en perfecto estado.
No siempre puedes lavar la ropa de baño nada más utilizarla pero, en la medida de lo posible, procura al menos enjuagarla con agua. Si esperas a llegar a casa para hacerlo, se estropeará sin lugar a dudas. Y en cuanto sea posible, lávala con detenimiento a mano, con agua templada y utilizando un jabón neutro.
Antes de lavar la ropa de baño con jabón o meterla en la lavadora, hay que quitar los restos de arena que haya. Y esto es muy habitual que ocurra si has estado en la playa. La mejor forma de hacerlo es sumergir el bañador en un barreño con agua fría durante unos minutos. Solo necesitas hacer esto para que los granitos de arena se desprendan.
Las manchas que deja el protector solar en la ropa de baño es otra de las cosas que hacen que la prenda se vea estropeada. Si se te ha ido la mano con la crema, pon detergente para prendas delicadas sobre la mancha, previamente humedecida, y frota hasta que desaparezca. También puedes frotar con un poco de vinagre blanco antes de lavar toda la prenda con el detergente.
Puedes, pero no a diario. Con lavar tu ropa de baño en la lavadora una vez a la semana es más que suficiente. Hacerlo, es recomendable para eliminar a fondo la suciedad, pero siempre utilizando un jabón para prendas delicadas, y programando un lavado corto y con agua fría.