Viajar cargada de maletas es cosa del pasado. Los viajeros más modernos saben que la tendencia es viajar lo más ligero posible. Además, es posible ahorrar a la hora de volar, sobre todo en viajes cortos. Te contamos cómo pagar menos por tu maleta de mano, con trucos y consejos que te ayuden a olvidarte de los excesos de equipaje.
Aún hay muchas compañías que te permiten llevar gratuitamente una maleta pequeña contigo, sin necesidad de facturar. Esto es una gran ventaja si dominas viajar solo con el equipaje imprescindible, pero debes prestar atención a las dimensiones de la maleta. No todas las compañías tienen el mismo criterio en este asunto, así que la recomendación es que investigues cuáles son las medidas mínimas y tengas una maleta que cumpla con ellas para evitar sustos a la hora de embarcar.
Además de la maleta, puedes viajar con un bolso de mano. Aprovecha para llevar uno que tenga un buen tamaño y te permita llevar más cosas que el móvil y la cartera. Ahí puedes guardar, por ejemplo, el neceser, una prenda de abrigo ligera o libros. Si al llegar a tu destino prefieres usar un bolso más pequeño, procura hacerle hueco en tu maleta.
No solo el tamaño de la maleta puede darte problemas, sino también el peso. Distribuye el peso entre tu bolso de mano, los bolsillos de la ropa y la maleta, de tal forma que esta última no pese demasiado. Vístete para viajar con la ropa y el calzado que más pese y abulte, y además de ganar espacio en tu maleta, conseguirás que pese menos.
Muchas veces viajamos con cosas que no es necesario que metamos en la maleta, ya que las podemos comprar en nuestro lugar de destino. Lo más evidente es lo relacionado con el aseo: champú, gel, crema corporal… son productos que pesan, ocupan espacio y, de momento, tienen restricciones para llevar en el equipaje de mano. Por lo que puede ser una buena solución que no los lleves contigo.
Además de seleccionar bien qué llevas en la maleta y distribuir el peso, es esencial dominar el arte de la organización del equipaje. La ropa bien doblada y el aprovechamiento de los pequeños espacios libres son dos aspectos fundamentales para que nuestra maleta sea capaz de guardar todo aquello que queremos llevarnos (y que se pueda cerrar).