Las alpargatas son el calzado de verano más atemporal y chic que hay, por lo que es lógico que se haya convertido en un imprescindible en tu armario estival. Parte de su belleza reside en los materiales naturales que se emplean para confeccionarlas, aunque tienen mucha facilidad para acumular polvo y ensuciarse. Como sabemos que quieres llevarlas siempre impecables, te contamos cómo puedes limpiar tus alpargatas de esparto para lucirlas en perfecto estado.
Las alpargatas, como te decíamos, acumulan polvo y suciedad, algo que se nota a nivel superficial. Y esa primera capa es la que debes eliminar primero. Utiliza un paño limpio o un cepillo suave y pásalo por la superficie con suavidad. No te saltes nada y repasa tanto la suela como los costados.
Los productos de limpieza fuertes pueden dañar el esparto o la lona de tus alpargatas preferida. Es mejor que para limpiarlas prepares una mezcla de agua tibia y detergente o jabón líquido suave. Con ella podrás dejar tus alpargatas perfectas sin tener que recurrir a productos más agresivos.
Utiliza un cepillo de cerdas suaves y sumérgelo en la mezcla de limpieza que has preparado. Limpia con suavidad toda la zona superior realizando movimientos circulares. Presta atención a las posibles manchas y, antes de frotar, deja actuar la solución de limpieza durante unos minutos para que ejerza su acción limpiadora.
El esparto de la suela también puede acumular suciedad y polvo. Para eliminarlos, puedes utilizar la misma solución de limpieza y pasarla por la suela con la ayuda de un cepillo suave o una esponja humedecida ligeramente. Por último, enjuaga con agua tibia, pero evita sumergir la suela por completo porque el esparto podría debilitarse.
Es muy importante secar bien las alpargatas después de limpiarlas para evitar que huela a humedad o crezca moho. Para ello, utiliza un paño limpio y absorbente con el que puedas retirar el exceso de agua. Después, coloca tus alpargatas en un lugar ventilado para que se terminen de secar al aire libre. Evita dejarlas expuestas al sol directo o utilizar una fuente de calor artificial, porque podrían dañarse los materiales.
Además de limpiarlas en profundidad cada cierto tiempo, la mejor manera de tener tus alpargatas siempre a punto es con un buen mantenimiento. Lo ideal es que las cepilles con suavidad después de cada uso para eliminar el polvo. Si vas a usarlas por primera vez, puedes aplicar un spray protector impermeabilizante y así protegerlas de la humedad y de posibles manchas.