Hay hijos a los que les cuesta irse de casa de sus padres. Y este es el caso de Ana Boyer. El famoso 'síndrome del nido vacío', ese tabú que han visibilizado tantas madres famosas y que habla del enorme hueco emocional que produce que los vástagos se independicen, es algo que a Isabel Preysler pocas veces le ha tocado experimentar. En gran parte gracias a Tamara que, salvo en contadas ocasiones, la más larga cuando se fue a vivir hace unos años a un coqueto piso en el centro de Madrid para disfrutar de su soltería, siempre residió en esa famosa mansión ubicada en la exclusiva urbanización de Puerta de Hierro. Siempre, hasta que Íñigo Onieva apareció en su vida.
Casi a la vez que Tamara se emancipó, Ana Boyer, Fernando Verdasco y compañía (recordemos que tienen dos hijos, Miguel y Mateo) convirtieron Villa Meona, nombre por el que se conoce a esta casa en el mundo del papel couché, en su punto de referencia cada vez que volvían a España. Desde que trasladaron su residencia a Doha con motivo de los compromisos profesionales del tenista, al matrimonio siempre les ha sido más cómodo hospedarse en casa de Isabel, experta en el rol de anfitriona. Y con los meses, después de tantas idas y venidas, ha terminado (re)convirtiéndose en su hogar.
Así nos lo hacen saber a través de sus respectivos perfiles de Instagram, donde esta espectacular mansión que tantas veces ha sido portada de revista es el escenario principal. La piscina climatizada o el salón principal son, sin duda, las estancias más inmortalizadas. Pero hay una, la que te mostramos en el vídeo que abre esta noticia, que es la favorita de la pareja. ¿Cuál es el lugar que más están aprovechando en estos meses de verano? ¿Por qué ese y no cualquier otro? ¿Cómo está decorado? Échale un vistazo dándole al play.
Sin embargo, para aquellos que siempre han sido asiduos de las revistas en papel, el feed de Ana Boyer no va a descubrirles Villa Meona. Esta impresionante casa que cuenta con trece baños, de ahí el nombre por el que se la conoce de manera informal, es la residencia Preysler desde que empezó con Miguel Boyer. Una espectacular propiedad que es patrimonio nacional para la prensa rosa a la que Tamara Falcó sigue guardando mucho cariño (aunque ahora esté en otro capítulo vital).