Al igual que tú, tus pies también viven con intensidad los meses de verano: están al aire libre casi todo el día y pisan todo tipo de superficies, como la arena de la playa. Además, se mojan muy a menudo en esos largos baños en el mar y la piscina de los que no disfrutan el resto del año. Así que ahora que hemos vuelto de vacaciones, conviene dales un mimo extra para que estén bonitos y saludables. Te contamos cómo cuidar tus pies después del verano para que se mantengan siempre en buen estado.
Seguro que cuando se acercaba el verano empezaste a aplicar productos en tus pies con más empeño con la intención de lucirlos impecables. Ahora no debes dejar ese hábito atrás, porque el verano les ha pasado factura y necesitan estar bien hidratados. Utiliza una crema específica a diario y evitarás la sequedad y la aparición de grietas.
Durante el verano es más fácil que los pies se sequen rápidamente tras la ducha o el baño, ya que las temperaturas son altas y posiblemente se queden al aire libre. Pero en el momento es que esto no es así hay que prestar atención al secado de los pies, sobre todo entre los dedos, porque la humedad en esa zona se convierte en un caldo de cultivo de hongos y bacterias.
Es habitual que en las vacaciones los pies termines con ampollas, rozaduras o callos. No dejes pasar ni un día más sin tratar esas dolencias y hazlo con la ayuda de un profesional para que haya complicaciones de ningún tipo.
El calzado juega un papel decisivo en la salud de nuestros pies. Además de elegir uno que sea de calidad y que se ajuste a nuestra talla, es importante revisarlo con frecuencia para ver que está en buen estado o si hay que renovarlo, cambiar las plantillas o reponer la suela.
Come bien por tu salud en general, pero ten en cuenta que una dieta con exceso de sal y azúcares provoca inflamación e hinchazón, también en tus pies. Y eso puede provocar desde rozaduras hasta mala pisada, así que ya tienes una razón más para seguir una dieta saludable.