Los más pequeños de la casa ya están pensando, inevitablemente, en los regalos de Navidad. Tanto Papá Noel como los Reyes Magos harán su aparición en millones de hogares estas fiestas y lo más probable es que tu hijo ya les haya escrito una carta con sus peticiones. A vuestros regalos, en muchos casos, hay que añadir los que hacen los abuelos, tíos y otros familiares o amigos cercanos. Por lo que es muy posible que os encontréis con un exceso de regalos en Navidad que no es bueno para un niño. Te contamos cómo puedes gestionarlo para que viva estos días llenos de ilusión sin que le perjudique verse sobrepasado por los regalos .
Posiblemente ya sabes quiénes van a querer hacerles regalos a tus hijos, así que puedes preguntarles, sobre todo si hay confianza, qué habían pensado regalarle y pedir su colaboración para que no se excedan de un paquete cada uno. Podéis distribuir lo que haya pedido en su carta y reservar para ti un único regalo. Puede que pienses que como padres debéis comprarle varias cosas, pero no es necesario, sobre todo si va a recibir regalos de otras personas.
A veces da la impresión de que los juguetes aparecen como por arte de magia en la habitación de nuestros hijos, y la llegada de nuevos regalos puede suponer, entre otras cosas, un problema de espacio, además de una saturación de estímulos para el niño.
Si tu hijo es pequeño haz tú la selección de juguetes que podéis donar o dar a otros niños. Y si es lo suficientemente mayor para hacerlo, ayúdale a decidir cuáles ya no utiliza o ya no son para un niño de su edad. Anímale diciendo que otros niños podrán disfrutarlos gracias a él, y que esta Navidad le esperan nuevas sorpresas bajo el árbol.
Si no se ha podido evitar que haya muchos regalos, puedes dejar que los abra y los disfrute durante la mañana de Navidad o de Reyes. Después, pregúntales cuáles son sus regalos preferidos o con cuáles le apetece más jugar. Si tu hijo es muy pequeño encárgate tú de hacer la selección. Puedes guardar el resto de regalos en un armario para que no estén a la vista y sacarlos poco a poco, de uno en uno, cuando vaya pasando el tiempo a lo largo del año. Redescubrirlos le hará tanta ilusión como la primera vez que los vio.