Sin duda quieres que tu lavadora funcione bien durante muchos años y deje tu ropa reluciente en cada lavado. Y para eso no basta con invertir en una de calidad, sino que también hay que realizar algún tipo de mantenimiento casero. El más importante es limpiar la goma de la lavadora para que tu ropa no huela a humedad y no se desperdicie agua en cada lavado. Puede que pienses que la goma siempre está en contacto con el agua y el detergente y que eso hace que se mantenga limpia, pero lo cierto es que no es así. La buena noticia es que dejarla reluciente es muy sencillo. Te contamos cómo.
Para limpiar la goma de la lavadora puede utilizar un producto desengrasante como los que utilizas para limpiar el horno, por ejemplo. Si no tienes uno a mano o quieres un producto más natural, puedes hacer tu propia fórmula de limpieza. Mezcla 250 ml de agua, 50 de vinagre y una cucharada de bicarbonato. Remueve todo bien y ya tienes el producto que necesitas para dejar la goma como nueva.
Lo primero que tienes que hacer, aunque parezca muy obvio, es apagar la lavadora. A continuación, revisa bien el interior de la goma, porque puede convertirse en un pozo sin fondo en el que se acumulen pelusas, botones, monedas, restos de celulosa… que es necesario sacar.
Ahora ya puedes limpiar la goma utilizando el limpiador que prefieras, uno que hayas comprado o uno hecho por ti. Impregna una bayeta con él o pulveriza directamente sobre la goma de la lavadora, asegurándote de que llega a todas partes. Limpia bien con la bayeta y luego deja la puerta de la lavadora abierta hasta que se seque. Es decir, no pongas un ciclo de lavado inmediatamente.
Como la goma de la lavadora está en contacto constante con el agua, es habitual que aparezca moho en ella. Si ves manchas negras en la tuya, no lo dudes, se trata de moho. Y es el responsable de que tu ropa salga con mal olor por mucho detergente y suavizante que utilices en cada lavado.
Para eliminar el moho no hay nada mejor que la lejía. Ten la precaución de ponerte guantes cuando la utilices y lo cierto es que una mascarilla también te vendrá muy bien. Cuando estés preparada empapa un paño en lejía y cubre con él la goma de la lavadora. Deja que actúe durante 10 o 20 minutos antes de retirarlo. Después, frota toda la goma con el trapo para que no quede ningún resto. Después, deja la lavadora abierta hasta que se seque.