Las suculentas son plantas resistentes, bonitas y con una gran variedad. Las adoran quienes no tienen mucha mano con las plantas, pero también quienes son capaces de alimentar un vergel en su hogar. Son decorativas y las hay de diferentes tamaños, por lo que pueden adaptarse a espacios pequeños, como el baño o una mesa de centro, pero también ocupar una esquina del salón. Te contamos cómo son las suculentas, cómo cuidarlas y cuántas variedades hay.
Las suculentas son plantas que almacenan agua en sus hojas, es decir, tienen hojas “suculentas” y gruesas. Prosperan en climas áridos y no les gusta la humedad, así que regarlas no es una prioridad (aunque también es necesario). Una de sus características más llamativas es la capacidad de propagación. Algunas suculentas lo hacen a más velocidad que otras, es cierto, pero lo consiguen sencillamente con una hoja caída de la planta a la tierra.
Para mantener las suculentas en perfecto estado es esencial atender al riego. Antes de regarlas, es importante asegurarse de que el suelo está completamente seco, porque no llevan nada bien el exceso de agua y puede pudrir sus raíces. Para asegurarte puedes introducir el dedo en el sustrato. La frecuencia de riego debería ser de una vez a la semana en verano, y de una vez al mes en invierno.
Al hacerlo, procura no mojar las hojas, porque si tienen exceso de humedad pueden enfermar o llegar a pudrirse. Las hojas también pueden servirte para saber cómo está la planta. Si están amarillas o translúcidas, es por exceso de agua, mientras que si están arrugadas, es porque necesitan riego.
En cuanto a su ubicación, a las suculentas les sienta de maravilla la luz del sol, así que asegúrate de que reciben esa luz de manera directa o indirecta. Y evita que estén expuestas a temperaturas muy extremas.
Existen miles de especies de suculentas, clasificadas en diferentes familias. Pero hay muchas de ellas que posiblemente reconozcas porque son muy comunes y de aspecto muy atractivo para decorar cualquier espacio. Aquí las tienes:
Kalanchoe: también conocida como “orejas de gato” por sus hojas carnosas y amplias. Se reproduce con rapidez y, aunque puede tener flores, en ocasiones no crecen nunca.
Cola de burro o sedum burrito: es de las más atractivas y es colgante. Da flores con forma de estrella de color blanco, rosa o amarillo.
Árbol de jade: es originaria de Mozambique y puede dar flores. En maceta es pequeña, pero puede llegar a crecer hasta 3 metros.
Siemprevivas: se multiplican con mucha rapidez y pueden crecer en condiciones extremas, por lo que son ideales para jardines de rocas.
Echeveria: tiene forma de roseta y puede ser de diferentes colores, como verde, rosa, gris o morado. A veces el borde de la hoja es dentado.