Puede que la base de maquillaje sea el cosmético más importante de nuestro neceser de belleza. Tanto es así que a veces acumulamos más bases de las que usamos, o renovamos nuestra favorita sin haber terminado el bote anterior. Si a eso le unimos alguna compra fallida, puede que tengamos más maquillaje en casa del que necesitamos y que con el tiempo, inevitablemente, termine por estropearse. Cuando eso ocurre, no es necesario que lo tires. En cambio, puedes tomar nota de estos consejos para reutilizar la base de maquillaje que ya no utilizas.
Te ha dado pena tirar esos restos de maquillaje líquido “por si acaso” y al final tienes varios botes en los que no queda casi producto. Prueba a juntarlos todos en un solo frasco, mezcla con una varilla y tendrás una nueva base única creada por ti.
Si tu base de maquillaje se ha secado no tienes que preocuparte. Unas gotas de aceite facial o de tu crema hidratante preferida bastarán para devolverle toda su jugosidad. Te sorprenderá el resultado en tu piel, fresco y natural, al tiempo que la tez permanece bien hidratada.
Nos ha pasado a todas: no elegir bien el tono de la base de maquillaje. Por suerte, esto tiene solución. Si la base es demasiado oscura, añade crema hidratante cuando vayas a utilizarla para que se rebaje un tono. Si por el contrario es demasiado clara, añade unos polvos bronceadores para hacer una mezcla y verás cómo te ves muy favorecida.
Otra solución para el maquillaje que no utilizas porque es más claro de lo que necesitas es utilizarlo como corrector. La cobertura de una base es ideal para disimular ojeras, granitos y otras imperfecciones.
Cuando el maquillaje se ha quedado muy seco para utilizarlo en todo el rostro, una buena alternativa de uso es aplicarlo como base en párpados y labios. Dejará estas superficies preparadas para aplicar la sombra de ojos o el labial, y conseguirás que duren más tiempo inalterables.