En verano y especialmente en vacaciones, lo habitual es que las normas se relajen, pero eso no significa que bajes la guardia en tu cuidado personal y eso se traduce en que tu ritual diario debe comenzar y terminar con la limpieza y que nunca debes salir de casa sin protección solar.
Lo habitual es cambiar los productos que conforman la rutina de belleza tanto en lo que se refiere a los tratamientos, porque se buscan en formato más ligero, como en lo que respecta al maquillaje, porque el calor y la humedad puede hacer que se desvanezca más rápido de lo que desearías.
En lo que se refiere al maquillaje, la época estival es la más divertida del año, el momento de experimentar y jugar, pero teniendo en cuenta que el calor es el gran enemigo al que hay que hacer frente, no está de más aprender cómo maquillarse en verano.
Preparar la piel para el maquillaje es un paso que te puedes saltar en invierno, pero en verano se hace imprescindible aplicar un primer que ayude a reducir los poros, difumine las arruguitas, unifique el tono de la piel y, por supuesto, ayude a fijar el maquillaje.
En verano, lo mejor que puedes hacer por tu piel es elegir una base de maquillaje líquida y ligera que te hidrate la piel y le aporte luz y jugosidad. En esta época es mejor descartar los maquillajes en polvo, que resultan más pesados y no tienen buen final si el sudor hace su aparición. Recuerda que si has cogido algo de bronceado es importante que cambies el color de tu base de maquillaje.
Para quienes no han tenido tiempo de coger algo de color en la piel, el truco para fabricarlo con el maquillaje es tirar de los polvos de sol. Para crear un falso bronceado basta aplicar un poco de producto en una brocha gruesa y deslizarla por la frente, los pómulos y la mandíbula.
Si no quieres que el eyeliner se cargue todo tu maquillaje, es mejor que apuestes por los que son resistentes al agua, de este modo no se moverá de su sitio por mucho que las altas temperaturas te hagan sudar y este mismo razonamiento se debe aplicar a la máscara de pestañas.
El calor y la humedad no son buenos amigos de las sombras en polvo, que en verano se resecan y terminan por cuartearse. Para esta época del año la mejor opción son las sombras en crema u optar por otra alternativa que consiste en usar un primer específico en el párpado antes de aplicar la sombra en polvo.
El colorete aporta a la cara muchas dosis de alegría y el deseado efecto buena cara que se consigue cuando paseas al aire libre o te sientas en una terraza a la hora del aperitivo. Si es tu aliado en tu rutina de maquillaje, en verano debes apostar por los formatos en crema si quieres que resulte más natural y luminoso.
El primer no es el único truco que hará que tu maquillaje sea más duradero, otra opción para fijar el maquillaje y evitar los brillos en la zona T es aplicar polvos traslúcidos como toque final. Se trata de un sellador que está especialmente indicado si tienes la piel grasa o mixta.
Si prefieres un toque más fresco y jugoso, tienes otra manera de sellar el maquillaje que consiste en utilizar una bruma como toque final, un gesto que además ayuda a hidratar y refrescar la piel antes de salir de casa.