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Jessica Bueno ha comenzado el curso con grandes cambios. Recientemente comunicaba a sus seguidores que dejaba la ciudad de Bilbao donde se trasladó cuando comenzó su relación con J Peleteiro, donde ha estado instalada los últimos años para volver a su tierra natal, el pueblo sevillano de Los Morales. Allí la modelo tiene una casa que ha sido el marco de sus últimas publicaciones en redes sociales. Se trata de una amplia vivienda de dos plantas con un extenso jardín con piscina y una zona de vestidor que hace las delicias de la modelo.
La estancia principal es un amplio salón comedor muy luminoso donde la modelo graba sus contenidos para redes sociales. La estancia tiene el blanco como color protagonista, lo que hace que la estancia sea muy alegre. Este mismo color es el elegido para un sofá esquinero con grandes almohadones que se complementa con una mesita auxiliar redonda de cristal que consigue que la estancia sea mucho más ligera. Sobre esta se apoya un original jarrón con forma de loro en el tono predominante de la estancia, que también tiene añadidas unas flores blancas.
El suelo, sigue también la misma línea de color en piedra blanca dando cohesión a la estancia. El acento de color se pone en forma de grandes cuadros gemelos que se cuelgan en las paredes en tonos fríos y con formas geométricas, concentrando la atención de la estancia.
Y si el blanco es el color predominante en el salón también lo es en el resto de la vivienda. Desde el salón se puede acceder a un pasillo que está diseñado con el mármol como protagonista, no solo en los revestimientos de paredes y suelo, sino también un mueble consola que se sitúa en una de las paredes. La pulcritud de este color deja paso a que los elementos decorativos tomen mayor relevancia. Se imprime con ellos una estética funcional con elementos metálicos, como la mesita o una silla de rejilla.
Otro elemento a través del que Jessica consigue aportar calidez a este planteamiento decorativo que podría quedar algo impersonal es la madera. En concreto opta por piezas con mucha personalidad, como un taquillón de estética contundente en un tono medio del material sin pulir demasiado. Las puertas frontales del mueble están decoradas con un bajorrelieve en tono geométrico y su superficie se utiliza para colocar objetos decorativos como libros y velas.
En la zona superior se organizan los dormitorios y los aseos. En el dormitorio principal se encuentra una gran cama de matrimonio con la que no renuncia a un elemento clásico: el cabecero. Este tipo de elementos distribuidos por toda la vivienda aportan personalidad al ambiente aséptico con el que se asocia el mármol. En este tradicional elemento también predomina el color blanco y este es el hilo conductor también de los textiles de esta habitación. En contraste, a los lados de la cama se sitúan dos mesitas de noche con las que otra vez la madera se utiliza como recurso para introducir calidez a la estancia.
Una de las estancias más apreciadas por la modelo es el vestidor diseñado con puertas transparentes para poder elegir a primera vista el look de cada día. Además de estos, la habitación tiene diferentes zonas de almacenaje donde la modelo puede tener perfectamente ordenadas todas sus piezas de ropa. Algunos de ellos tienen puertas opacas para no dejar a la vista aquello elementos que no desee.
En la temporada de primavera verano, una de las zonas a las que más partido sacan Jessica y su familia es el jardín que está pensado para exprimir cada metro cuadrado. En ella podemos encontrar un amplio jardín con piscina, que está diseñada siguiendo las últimas tendencias de interiorismo, con una escalera de obra. Además, se ha construido un porche para disfrutar de agradables comidas y tiempo en familia y también zona de juegos para los pequeños.