El blanco es, posiblemente, el mejor color para decorar tu casa. Pero eso no significa que quieras verla solo en esa tonalidad. De hecho, los interioristas siempre te recomendarán añadir otras gamas cromáticas en textiles, paredes o elementos decorativos. Pero lo que más incomoda a muchos es ver en el salón una pared blanca, así que a veces sienten prisa por decorarla como sea. No es necesario precipitarse, porque no hay nada peor que recargar cualquier pared sin darle un sentido y tener en cuenta nuestros gustos y necesidades. Estas ideas para decorar la pared blanca del salón te servirán de inspiración.
Los espejos son un elemento decorativo muy recomendable, porque aportan luz y amplían visualmente el espacio. Para que sea aún más especial tu elección, elige uno que te traslade al pasado y dé un toque especial a la pared.
Elegir una obra de arte en color blanco es un acierto y denota un gusto exquisito, porque se funde con la pared de una manera muy original y elegante. Las texturas del cuadro, en este caso, son la clave del éxito.
Las plantas no deberían faltar en una casa por el buen rollo que aportan, la sensación de conexión con la naturaleza y su precioso colorido. Una pared en blanco es un lienzo perfecto para dejar que las plantas cuelguen de maceteros y se junten con las que crecen desde el suelo.
Una pared recargada puede ser un gran acierto, si sabes cómo hacerlo. Los cuadros, láminas o fotos deben tener su valor sentimental y transmitir tus gustos estéticos, combinando tamaños y colores sin miedo.
Un banco en la pared te permite crear una zona de comedor, que siempre es muy útil. Es cierto que puedes añadir un banco que se quite y se ponga a tu antojo, y también quedará perfecto. Pero este banco de obra, como si naciera de la pared, nos parece divino.
Si lo tuyo es el cine, seguro que tienes una película favorita, y una escena favorita de esa misma cinta. Enmarcarla y llevarla a la pared del salón es una forma de decorar tu espacio con mucha personalidad, algo que se transmite a las visitas.
El arte decorativo está lleno de sorpresas y piezas únicas que, bien elegidas y ubicadas, elevan el espíritu deco de cualquier casa. Esta pieza en la pared es un ejemplo claro y ahora solo tienes que buscar aquella que te represente y quieras ver cada día con orgullo en tu salón.
Decidirte por un cuadro para la pared y hacerlo a lo grande se lleva nuestro aplauso. Y si tiene algo que lo haga especial, mejor. Esta pintura subdividida, como un gran mosaico, es realmente espectacular.
Es útil, es bonita y elegante, y da amplitud al salón. La combinación de mueble con estantería es una de las opciones más utilizadas en los salones. Siempre nos gustan, pero cuando las líneas son tan depuradas, nos encantan.
La belleza de las flores encuentra su sitio en cualquier estancia de la casa, especialmente en el salón. Nos encantan estos floreros, elegantes y minimalistas, que aportan originalidad y estilo a una pared blanca.
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