Si este año celebras en casa alguna de las fechas (y comidas) señaladas, Nochebuena, Navidad o Nochevieja, y quieres que la mesa sea tan espectacular como los platos que llevas días pensando y preparando, sigue leyendo. Te ayudamos, con los consejos de los expertos en la materia, a poner la mesa perfecta para las celebraciones navideñas. Esa que no solo impresionará a tus invitados (primer objetivo), sino que también hará que sea se sientan como en su casa. ¡Cuidado con las sobremesas!
Antes de ponerte manos a la obra con la vajilla y la decoración, debes prestar atención a ciertas cuestiones prácticas, que harán que todos los comensales se sientan más cómodos y te asegurarán el éxito como buen anfitrión. Tres cosas que no puedes pasar por alto.
Aunque en ambos casos, es de gala, con la vajilla bonita, tienen un espíritu diferente. La de Nochebuena (y la de Navidad) es más familiar y se pone una mesa más formal, donde se respeta el protocolo y se suele decorar de una manera más clásica, aunque a tu manera. Mientras que la del día 31 es más relajada y también más fiestera y los brillos dorados y plateados están permitidos, al igual que las decoraciones más extravagantes. Una bola de discoteca en el centro, en lugar del típico arreglo floral, es una opción.
El primer paso, ahora sí, para poner la mesa navideña es elegir una paleta cromática. ¿De qué color ves tú estas fiestas o de qué tonos tienes el mantel, la vajilla o la cristalería? Evidentemente el verde musgo y el rojo (el burdeos es otra posibilidad) evocan una Navidad tradicional. El blanco y gris, una más minimalista y moderna, mientras que si introduces detalles dorados y plateados (en su justa medida y, preferiblemente, sobre un mantel blanco), tendremos la versión más sofisticada. Para los que prefieren un ambiente cálido y sostenible, tonos tierra y detalles naturales en madera o fibras vegetales. Eso sí, no te obsesiones con que todo vaya a juego: “Aunque la uniformidad en la decoración es importante, no es obligatorio que la mesa esté completamente sincronizada con el resto de la casa. Un toque de contraste puede añadir interés visual”, señalan desde habitissimo.
Una vez elegido el mantel, recuerda que los diseños en blanco o beige siempre suman elegancia y los verdes y rojos, un llamativo fondo 100% navideño, llega el momento de la vajilla. Los platos son, como dice Manuel Delgado, interiorista de IKEA, “el lienzo sobre el que presentas tu comida, por lo que deben estar a la altura”. Por eso, además de diseños llanos, grandes y pequeños, debes contar con hondos, cuencos, fuentes, soperas… Todo lo que te ayude a dar un servicio de mesa ‘de restaurante’. “Puedes seleccionar y lucir un mismo juego de vajilla o mezclar para dotar de carácter la mesa. Una buena idea si sois muchos y, como suele pasar, no dispones del número de piezas necesarias.
Aunque vajilla, cristalería, cubertería y, por supuesto, mantelería, son la base de la mesa, lo cierto es que no serían nada (o casi) sin la presencia de la decoración. Hablamos de centros de mesa y arreglos florales, velas y candelabros y pequeños adornos temáticos, como unas bolas plateadas, que imprimen personalidad a la mesa más especial del año. El estilo de estos secundarios de lujo debe adaptarse, no podía ser de otra manera, al de los protagonistas, aunque de vez en cuando, pueden crear conflicto y añadir emoción. Eso sí, tampoco se te tiene que ir la mano con la deco. Debe resulta elegante, no recargada y asfixiante. Vigila también que los centros no sean tan altos que impidan que los comensales enfrentados puedan verse o entablar una conversación.
Tanto si es la primera vez que organizas alguna de las fiestas (o todas) como si siempre (¡y aún no sabes los motivos!) se celebran en tu casa, María José Gómez, fundadora de Luzio, nos da tres consejos que suman estilo y son garantía de éxito.
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