Cómo colgar cuadros y que queden perfectos: 6 trucos que tienes que conocer

Un cuadro bonito y bien puesto eleva el estilo decorativo de cualquier casa. Además, para añadir uno a tus paredes no es necesario que cambies los muebles de sitio ni realices ningún otro movimiento. Una pared que necesita un cuadro, espejo o un objeto similar parece pedirlo a gritos, aunque también puede darse el caso de que tengas uno o varios para colgar y este sea el momento de encontrarles el sitio perfecto.

Ahora bien, para que el resultado sea el que te imaginas, antes de tirar de clavo y martillo hay algunos detalles importantes que debes tener en cuenta. Y es que a la hora de hacer un agujero en la pared, nos conviene ir sobre seguro. Toma nota de estos trucos y conseguirás el resultado que buscas. 

Presta atención a las dimensiones

Nos referimos tanto a las dimensiones del cuadro como a las de la pared donde quieres que se exhiba. En materia de decoración no podemos pasar por alto la importancia de las proporciones. Piensa que en una pared grande, un cuadro pequeño se verá muy solo y perdido, así que en ese caso lo ideal es optar por uno también grande o por una composición de varios medianos. Las paredes pequeñas aceptan mucho mejor cuadros medianos o composiciones de cuadros pequeños. 

Intenta hacer una prueba antes de sacar el martillo, para que veas el resultado final antes de decidirte. Y ten en cuenta que aunque la proporción entre el tamaño del cuadro y el de la pared es importante, hay elementos sorpresa que pueden hacer que la composición que imaginas le dé a ese espacio un carácter propio muy interesante. Ten esto en cuenta también a la hora de combinar estilos, porque en ese aspecto no hay nada escrito y funciona tan bien la armonía como el contraste.

A qué altura colgar el cuadro

Este es otro de los puntos importantes que hay que tener en cuenta a la hora de colgar cualquier cuadro. Si es una sola obra, debes pensar que el centro del cuadro debe quedar a la altura de los ojos o un poco por encima. Esto, evidentemente, varía en cada casa. Cuando se trata de un conjunto de varios cuadros, debes pensar en la composición de los mismos y que el centro sea la referencia para calcular que esté a la altura de los ojos. 

La distancia entre el cuadro y un mueble

Cuando el cuadro va a colocarse encima de un mueble, como por ejemplo una cómoda o un sofá, ya no es tan fácil cumplir con la regla de que el centro quede al mismo nivel que nuestra mirada. Aún así, hay otras reglas que conviene cumplir y la más importante es que, aunque dejes una separación entre el cuadro y el mueble, debes mirar que el cuadro está más cerca de este que del techo. Puede calcular unos 30 cm por encima del mueble, pero esta estimación variará según las dimensiones del cuadro y la altura de la pared. Cuando hablamos de colocar un cuadro encima del cabecero de una cama, las pautas para acertar son las mismas. 

¿Un cuadro o una obra de arte?

De tus gustos y estilo personal dependerá la elección de cuadros que tengas en casa. Pero, además, puedes ser muy afortunada y contar con uno que sea una verdadera obra de arte. En ese caso, la recomendación es que le otorgues un lugar en el que se luzca como merece, y posiblemente la mejor opción sea apoyado en el suelo o sobre un mueble, y no colgado en la pared. Si es el caso, piensa en que el mueble sobre el que se apoye va a atraer las miradas tanto como el cuadro, así que valora también qué tipo de pieza es para que la combinación sea perfecta. 

Dónde poner un cuadro grande

Un cuadro grande y bonito puede ser un verdadero espectáculo para los sentidos. En ese caso, puede que lo mejor no sea colgarlo en la pared, sino seguir las últimas tendencias deco y apoyarlo directamente en el suelo. Resultará todavía más moderno y te evitarás la complicación de colgarlo. También puedes apoyarlo sobre un mueble bajo o una chimenea. 

Composiciones de cuadros

Podría parecer que cuando hablamos de colgar composiciones de cuadros la tarea se multiplica, pero se puede simplificar mucho para lograr un resultado perfecto. El consejo más infalible es tender a la simetría y componer las piezas como si fueran un único cuadro, ya sea con forma cuadrada o apuntando hacia la horizontalidad o verticalidad. Si tienen diferente tamaño, puedes agrupar por parejas los que son más semejantes. Pero en realidad, en esta caso manda el estilo propio y posiblemente lo más importante es que tengas en cuenta los consejos anteriores de proporcionalidad y distancia con los muebles, dejando que la composición refleje tus propios gustos.

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