Lucía Bosé, actriz y matriarca de uno de los clanes artísticos más importantes de nuestro país, fallecía a los 89 años de edad en pleno inicio de la crisis sanitaria que seguimos combatiendo. Miguel Bosé confirmaba la noticia en redes y se despedía de su madre asegurando que ya estaba “en el mejor de los sitios”, negando en su última entrevista pública –donde habló por primera vez de su exmarido- que falleciera a causa del virus, sino porque “la sedaron hasta la muerte” tras ingresar en el hospital con una fuerte neumonía. Los últimos 23 años de la vida de esta actriz italiana transcurrieron en la localidad segoviana de Brieva, en una casa que decoró acorde con su fuerte personalidad y su gran vitalidad. Un original inmueble de 420 metros cuya propietaria actual es la hija de Paola Dominguín, según ha confirmado el diario ABC, que se ha puesto a la venta en un famoso portal inmobiliario por 430.000 euros.
“Se vende la Casa Azul, la preciosa casa en la que residió la actriz Lucia Bosé durante más de dos décadas”, este el arranque del texto del anuncio de la venta, que asegura que la musa del neorrealismo “disfrutó mucho de su vida allí, enamorada de su pueblo de adopción”. Una vivienda dividida en tres plantas que dispone de seis amplias habitaciones, un amplio salón decorado con un fresco del artista Emilia Farina, cuatro baños, un gran vestidor, vestíbulo ataviado con mesa y sillas de mimbre, cocina totalmente equipada, buhardilla, un aseo, patio con fuente “cuyo sonido relajante del borboteo del agua forma parte del diseño” y una terraza de 35 metros cuadrados situada en la parte delantera. Todo con ese toque del color fetiche de la que fue Miss Italia 1947, como podemos comprobar en el vídeo que encabeza esta noticia.
El anunciante asegura que esta residencia ubicada a tan solo 15 minutos de Segovia es “única y original, además de espaciosa, luminosa y muy exclusiva en la que se respira el arte y el buen gusto de su anterior dueña”, además de que conserva “todas las comodidades para convertirse tanto en primera vivienda o segunda vivienda para disfrutar de fine de semanas tranquilos, apartados del bullicio de la ciudad”. Un lugar ideal que posee todo tipo de servicios y dotaciones en sus alrededores y que sería ideal para “los amantes del campo y la naturaleza”.
Amigos de Lucía se desplazaban con asiduidad a este domicilio para pasar tiempo con la artista, que permaneció en este municipio –formado por menos de un centenar de habitantes- hasta que tuvo que ser ingresada en el hospital donde perdió la vida. La ‘casa azul’ también se convirtió en un punto de encuentro de la familia Domininguín-Bosé, donde se refugiaron y pasaron varios días de duelo tras la muerte de Bimba.