Cómo limpiar una plancha de cocina de hierro muy sucia: de la pasta de agua y sal a los cubitos de hielo
Las planchas de cocina se han convertido en el mejor aliado para muchas personas en su cocina
Nos ayudan a consumir una cocina sana y son fáciles de limpiar
Para acabar con los restos de suciedad y grasa habrá que utilizar un poco de bicarbonato y detergente
Para muchas personas, las planchas de hierro es uno de los mejores elementos en la cocina. Son consideradas un producto básico, que nos permite cocinar muchos alimentos de forma sana y, sobre todo, son sencillas de limpiar. Eso sí, será muy importante mantenerlas en buenas condiciones y limpiarlas con cierta frecuencia con el objetivo de que su vida útil se alargue. Para limpiarla correctamente debemos saber que existen distintas modalidades. Lo cierto es que podrás optar por limpiarla en frío o en caliente, dependiendo de cada situación.
Cómo limpiar la plancha en frío
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Para limpiar una plancha en frío habrá que dejar que se enfríe y se seque completamente. Luego, habrá que pasar una esponja mojada para retirar la suciedad que se haya quedado después de la cocina. Además, en el caso de que nos encontremos con unas manchas fuertes siempre podremos hacer una pasta con agua y sal.
Por último, habrá que enjuagar bien la zona con un poco de agua fría y secarla con papel de cocina. Esto servirá para aquellos momentos en los que no nos encontremos con muchos restos de cocina. En el caso de que haya mucha grasa, lo mejor será optar por limpiar en caliente. Pero, ¿cómo lo hacemos?
¿Y cómo lo haremos en caliente?
Para limpiar la plancha caliente, lo más recomendable será colocar en la plancha unos cubos de hielo. Ese contraste de temperatura hará que se desprendan algunos restos de comida y, sobre todo, la grasa que se encuentra en la superficie. Luego, habrá que retirar los restos de cocina con una esponja y lavar la zona con un poco de detergente desengrasante, así como agua caliente.
Qué hacer si hay alguna zona oxidada
En el caso de que observemos que alguna se ha oxidado, el tratamiento será diferente. Lo primero que habrá que hacer será espolvorear un poco de bicarbonato de sodio sobre la superficie que esté oxidada. Luego, habrá que agregar agua y formar una especie de pasta. Lo siguiente será pasar una esponja suave, poniendo atención en aquellas zonas más oxidadas.
Además, habrá que dejar actuar esa combinación durante, al menos, unos diez o veinte minutos. El siguiente paso será lavar la plancha con agua y detergente para deshacernos de aquellos restos de óxido y bicarbonato y que esté lista para volver a utilizar.