Los platos de ducha suelen mancharse con facilidad y, sobre todo, es normal que aparezcan restos de cal. Es por eso que cada tipo de ducha tendrá un cuidado distinto. Pero, ¿cómo de limpia en profundidad un plato de ducha de resina?
Lo mejor será hacer uso de una esponja, un trapo o una bayeta. Esta se deberá humedecer en agua y jabón y, sobre todo, no deberá contener ningún tipo de producto abrasivo. Una vez que esté bien mojada habrá que pasarlo por la superficie del plato. Lo mejor será que el plato de ducha esté hecho en gel coat, ya que suelen durar más, no se acumulan tantas bacterias y es antideslizante.
En el caso de que las manchas no se vayan y no desaparezcan será importante que no se use amoniaco u otro tipo de producto abrasivo. Por eso, si a pesar de utilizar jabón y agua estas no desaparecen podrás hacer uso de un poco de lejía diluida en agua.
También, deberás tener en cuenta que hay algunos colores que aguantan mejor la suciedad. Así, los blancos o tonos claros soportarán mejor la cal, mientras que los colores oscuros serán peores para este tema. Por tanto, habrá que evitar que se acumule la cal, mezclando un poco de agua con vinagre, mojando un paño con esponja o trapo y enjuagarlo con mucha agua.
En el caso de las manchas más complicadas, se podrá mezclar un poco de agua con acetona. Aunque eso sí, no habrá que dejar pasar demasiado tiempo entre la aparición de la mancha hasta que se limpia.
Si con ninguno de estos productos se ha podido limpiar el plato de ducha, lo mejor es que te hagas con algún producto determinado. Eso sí, será de vital importancia que leas bien las instrucciones y las recomendaciones de cada uno de ellos. Así, sabrás el máximo de tiempo que podrás aplicarlos sin llegar a dañar la resina.
Además, habrá algunos productos que no podrán entrar en contacto con el plato de la ducha, como son el tinte de pelo, el agua oxigenada o la laca de uñas. En el caso de que nuestro plato se manche con alguno de estos habrá que eliminar las manchas cuanto antes.