Fue en 2017 cuando Pilar Rubio y Sergio Ramos adquirieron, a través de una subasta, una propiedad dentro de la misma urbanización donde viven ahora, en La Moraleja. La pareja decidió tirar abajo la construcción antigua y reformar, desde cero y a su gusto, la que será su nueva vivienda. A lo largo de estos años, la obra ha sido protagonista de alguna que otra polémica y ahora, con la pandemia que ha provocado el coronavirus, la entrada de la familia en su nuevo hogar se ha visto retrasada más de lo esperado.
La parcela cuenta con más de tres mil metros cuadrados y una construcción de 600 metros. El antiguo dueño la tenía dividida en cuatro plantas, pero al tirarla y empezar de cero, desconocemos si la pareja querrá mantener la misma estructura. A través de las fotos realizadas desde el exterior, se puede apreciar que se trata de una vivienda modular en color blanco con remates, puerta y tejados en en gris oscuro. Cuando entren a vivir, la presentadora, el futbolista y sus cuatro hijos podrá disfrutar de garaje, piscina, sótano y un gimnasio, zonas con las que ya cuentan en su vivienda actual.
Estaba previsto que la obra estuviese terminada a finales del año pasado, pero no ha podido ser así. “Por ahora vivimos donde siempre. Con la pandemia se han retrasado las obras”, desvelaba la presentadora a la revista ¡Hola!.
El pasado verano, cuando las obras ya habían comenzado, la presentadora y el futbolista fueron sancionados por la tala de entre 50 y 90 ejemplares de encinas que estaban dentro de su terreno. Como multa, además de la económica, la pareja tuvo que plantar el triple de árboles en el lugar que indicara el ayuntamiento, que en este caso corresponde a Alcobendas.
Se espera que Pilar Rubio y Sergio Ramos puedan comenzar a vivir en su nueva casa a finales de este año o principios del 2021. La presentadora y el futbolista podrán disfrutar de un espacio más grande junto a sus cuatro hijos. Sergio, que tiene seis años, Marco, de cuatro, Alejandro, que tiene dos, y Máximo Adriano, que nació el pasado mes de julio. A la salida del hospital, la pareja dejaba claro que no tienen planeado volver a ser padres y se plantan tras haber superado el ser una familia numerosa.