Son muchas las ocasiones en las que nos encontraremos con un mueble al que queremos cambiar el color. Para ello, deberemos observar si está lijado o no y de qué tipo de material se trata. Lo más común es que sea de madera y, por ende, también puede estar sin lijar. Pero, entonces, ¿cómo lo pintaremos y conseguiremos un acabado profesional?
Aunque lo ideal será que el mueble esté lijado, no habrá problema en realizarlo en cualquier estado. Eso sí, en esos casos habrá que tener muy en cuenta la uniformidad, para que el resultado se vea lo más limpio posible y sin ningún tipo de imperfección. También habrá que tener en cuenta que si está barnizado puede ser que la pintura no se adhiera perfectamente. En Divinity te contamos cómo pintar un mueble que no está lijado y dejarlo perfecto.
Lo primero que tendremos que hacer será quitar todos los restos de suciedad de la superficie. Para ello, podremos utilizar un trapo que esté un poco mojado solamente con agua. De esta manera, la zona está preparada para ser pintada y nos olvidaremos del molesto polvo o de los restos de grasa.
Una vez que el mueble esté limpio deberemos saber el tipo de pintura que vamos a utilizar. La pintura tendrá que estar hecha con una base de tiza o yeso, ya que el acabado tendrá un toque más vintage o natural. Además, de esta manera podremos obviar poner la primera capa de imprimación. Aunque eso sí, también cabe la posibilidad de que el mueble escupa la pintura, en ese caso sí que habrá que aplicarla.
Aplicar una capa de imprimación siempre nos asegurará que el resultado sea el adecuado. Aunque, como ya hemos mencionado, no será necesario en todas las pinturas. Si la aplicamos, nos aseguraremos que la pintura se adhiera mejor a la madera. En el caso de que te decantes por una pintura que esté hecha de otros materiales, como el acrílico, sí que tendrás que aplicarla.
No será necesario aplicar una capa de barniz, ya que podremos lograr el objetivo de que quede pulida y brillante sin realizar este paso. Lo mejor será esperar cuatro horas entre la aplicación de una capa u otra, en el caso de que queramos aplicar imprimación y/o barniz. Además, normalmente con dos capas de cada una será suficiente.