En ocasiones puede ser que aparezcan chupetones en la zona del cuello. Estos, en ocasiones, pueden ser complicados de disimular y, sobre todo, de eliminar. Eso sí, un chupetón aparece debido a que se succiona con demasiada fuerza. Además, dependiendo de tu tono de piel, este puede ser verde, rojizo o violeta y con el paso del tiempo tornará a un tono más verdoso o amarillo. Estas marcas serán inofensivas para la salud y desaparecerán de forma gradual. Eso sí, en la mayoría de ocasiones pueden resultar vergonzosas o incómodas.
Si quieres deshacerte de un chupetón habrá diversas formas de hacerlo fácil y rápido. Antes de nada, habrá que tener en cuenta que la herida no esté abierta y que sea solamente una pequeña marca.
Una buena opción será hacer uso de una pomada para varices. Estas suelen estar compuestas de pentosano polisulfato de sodio. Su efecto en la piel lo que hace es que produce una coloración de los hematomas. Además, si lo aplicas sobre un chupetón, este se irá más rápidamente.
Otra alternativa será aplicarse crema antihemorroidal, ya que su fórmula antiinflamatoria son ideales para este tipo de marcas. Por eso, bastará con aplicar un poco de crema con un masaje suave para reducir esa coloración.
También, la vitamina K será ideal para absorber los coágulos de la sangre. Así, debido a que el chupetón se forma por la ruptura de los vasos sanguíneos, una pomada de vitamina K ayudará a eliminar los chupetones fácilmente. La cárnica es una fórmula en crema ideal para curar los hematomas, por lo que habrá que aplicarla en la zona con un suave masaje durante unos dos o tres veces al día.
En el caso de que estés buscando un remedio natural podrás encontrar con una infinidad de opciones. Una de las mejores alternativas será masajear bien la zona del chupetón, que acelerará el proceso de curación. Para ello, podrás utilizar un poco de aceite de almendras dulces. Asegúrate de presionar de forma más suave, en círculos y en una sola dirección.
También, podrás usar hielo, ya que el frío hace que los vasos sanguíneos se contraigan y, por eso, el sangrado se detiene. No habrá que aplicarlo directamente porque la piel está muy sensible y, por eso, se deberá colocar el hielo en un pañuelo antes de masajear la zona.
Otra manera será aplicar calor, lo que estimulará la circulación de la sangre y se tendrá que hacer un poco de presión para ayudar a bajar la coloración. Habrá que repetir esta acción en diversas ocasiones y repetirlo varias veces al día hasta que la marca desaparezca.