El cantante Nino Bravo marcó un antes y un después en la música española en los años 70. Muchas de sus canciones serán recordadas para la posteridad y, sobre todo, se mantendrán en el recuerdo de aquellas personas que pudieron vivirlas de primera mano en uno de sus conciertos.

Luis Manuel Ferri Llopis, su verdadero nombre, falleció con tan solo 28 años en un complicado accidente de coche. Su partida se produjo cuando iba desde Valencia a Madrid para grabar unas canciones. Durante el viaje, en una pronunciada curva, el vehículo en el que viajaba junto a otros cantantes se salió y dio varias vueltas de campana. Tanto él como sus acompañantes fallecieron antes de llegar al hospital.

De esta manera, se desvanecía una de las grandes figuras de la música cuando, probablemente, todavía le quedaba mucha carrera por delante. Su entierro, que se celebró en Valencia, su tierra natal, se convirtió en un evento multitudinario al que acudieron más de 10.000 personas. Al mismo acudieron una infinidad de rostros conocidos y, sobre todo, muchos de sus fans, que quisieron darle el último adiós. 

En ese momento, poco consuelo había para sus familiares y amigos. Así, el día de su funeral, sus más allegados se presentaron rotos de dolor. Mary, su mujer, y Consuelo, su madre, estaban totalmente en shock, tratando de asimilar la noticia. Es por eso que la esposa del cantante no pudo contener la pena y se acercó al féretro de Nino, que besó en repetidas ocasiones. La situación hizo que sufriera un mareo, debido al estrés y la pena que estaba viviendo.

La joven tuvo que ser sacada en volandas entre toda la multitud que ahí se congregaba, custodiada por la Policía. Así, fue traslada a su casa, donde también vivía con la pequeña María Amparo y Eva María, las hijas de ambos, que por aquel entonces todavía eran muy pequeñas.

Tras su fallecimiento, se hizo público su disco póstumo, llamado Nino Bravo Volumen 5, que fue grabado entre octubre de 1972 y junio de 1973 y fue lanzado el 25 de septiembre de ese mismo año, cinco meses después de su muerte. El disco se convirtió en número uno y en el más vendido del momento.