Aunque se ha convertido en una estrella, Kerem Bürsin mantiene los pies en el suelo, gracias en parte a la labor que han hecho sus padres a lo largo de toda su vida. Ellos son su modelo a seguir. "Son dos personas que se complementan. Fueron un gran equipo", ha dicho el actor, que ha reconocido que ellos han jugado un papel importante en su carrera y que la cosa más importante que le han enseñado ha sido el respeto. "Siempre hay alguien frente a ti que tiene emociones, sentimientos, que tiene una familia como tú", ha dicho Bürsin, que ha recalcado que respetar era algo vital en su vida debido a las diferentes culturas en las que ha vivido. "Viajamos mucho en mi infancia y siempre encuentras algo nuevo. Era importante respetar y entender", ha contado Bürsin, que cambiaba de país o ciudad cada tres o cuatro años y Estambul ha sido la ciudad en la que más ha vivido.
En una divertida entrevista concedida al canal LBC, Kerem Bürsin se ha sincerado sobre sus comienzos en la interpretación y cómo después de empezar a estudiar una carrera se dio cuenta de que no podía seguir ignorando su verdadera vocación. Algo que su padre no vio con buenos ojos. "Me dijo que ni lo soñara", ha recordado en alguna ocasión el intérprete, que en esta charla ha reconocido que empezó a formarse en interpretación y a trabajar para poder pagarse sus clases. Vivía en Los Ángeles e hizo de todo. "Trabajé como camarero, en un gimnasio, registrando gente, limpiando, entrenador, fui portero...", ha contado a la vez que ha reconocido que esos comienzos fueron muy difíciles, pero fueron también un gran aprendizaje. "Es duro y esa dureza realmente te pone a prueba. Pone a prueba tu amor pro el arte", ha explicado Bürsin, que ha recordado cómo en aquellas clases, mientras esperaba esa primera oportunidad, se encontró con gente realmente talentosa.
Sin embargo, en 2009 todo cambió para él cuando Roger Corman, uno de los productores más prolíficos de la historia del cine y uno de los más exitosos, se cruzó en su camino. Apodado 'el rey del cine de culto', 'el Rey de las películas B' y 'el Papa del cine pop', Corman, que recibió el Oscar honorífico ese mismo año, se cruzó en su camino y se fijó en él. "Tuve la suerte de conocerlo", ha dicho el actor.
Fue entonces cuando llegó a sus manos el guion de 'Sharktopus', una película de serie B producida por Corman y que él recuerda con cariño, aunque reconoce que no es su mejor trabajo. "Tengo mucho protagonismo en una película muy interesante. Un día me voy a reír de esa película, pero ahora no puedo", ha dicho entre risas Bürsin, cuyo trabajo debió gustarle mucho al productor, que volvió a contar con él en 2013 para la cinta 'Shen gong yuan ling', una película que le llevó a mudarse a China, donde tuvo lugar el rodaje.
Sin embargo, tras la experiencia en Asia, Bürsin, cansado de su vida en Los Ángeles, decidió regresar a Estambul, donde cambió su suerte. Meses después de su llegada a su país le dieron un papel protagonista en 'Zeynep, buscando a su padre', una ficción con la que se ganó el favor del público y lanzó su carrera. Ya no había marcha atrás. Kerem era una estrella.