De un tiempo a esta parte, el tabú de la familia perfecta, ni qué decir del binomio madre-hija, se está resquebrajando. Diferentes escritoras, directoras de cine, cantantes y un largo etcétera de creadoras nos están acercando a historias de madres arrepentidas o relaciones tóxicas dentro de la unidad familiar. Una ruptura con ese pasado de relaciones paternofiliales idílicas –la mayor de las veces irreales– que nos acerca a ciertas experiencias tal cual son, dejando de lado esa pureza que siempre había embadurnado cualquier parentesco.
Aprovechando que se está celebrando la Feria del Libro de Madrid, y que en estos meses vendrán muchas más repartidas por toda la geografía española, en Divinity hemos querido recomendar una serie de libros que rompen con este estereotipo. Obras de ensayo y ficción que nos acercan a realidades que en el pasado han quedado muchas veces acalladas y que ahora han permitido abrir conversaciones.
¿Cuántas veces hemos escuchado que ser madre es lo mejor que le puede pasar a una en la vida? Sin embargo, muchas mujeres no piensan así. Más bien al revés. Algo que a día de hoy sigue siendo un tabú. En el ensayo #madresarrepentidas, la socióloga Orna Donath rompe con la idea de esa utopía que se les prometió a muchas: aquí la autora da voz a varias mujeres que aman a sus hijos, pero se arrepienten de ser madres. De esa manera, y a través de experiencias en primera persona, rompe con ese tabú todavía tan extendido.
Papá nos quiere, el título del libro de esta escritora, es un mantra que se repite la protagonista durante toda la obra. A esas palabras se tiene que agarrar para no acabar odiando a sus padres. Pero, por mucho que nos hayan prometido que nuestras familias son protección, ¿qué sucede cuando es al revés, cuando son violencia? Una novela en la que la Leticia G. Domínguez ficciona sobre cómo es la vida en un entorno familiar asfixiante, donde pierde incluso la identidad, y cómo las amistades y la terapia ayudan a salir de ahí.
La novela arranca fuerte: con el asesinato de una madre a sus dos bebés gemelos. Una historia que obsesiona a la narradora, que es una madre primeriza, hasta el punto de que pide una excedencia no con el fin de criar al hijo, sino para escribir sobre las razones del crimen. Una tarea que lleva a cabo mientras se tiene que enfrentar a las contradicciones que acarrea su propia maternidad: ¿Puede una madre desatender a sus hijos? ¿Es ser madre una cárcel?
Durante años y años hemos escuchado esas historias de súpermadres que daban todo por sus hijos e hijas, que nunca fallaban. También de las que acarreaban con el estigma de malas madres. Pero, ¿qué pasa con el otro perfil de la moneda? ¿Cómo se sienten y se han sentido esas hijas que no pueden estar a la altura de sus progenitoras? En Las hijas horribles la periodista Blanca Lacasa analiza el estigma que suele estar asociado a esta relación, que muchas veces está marcada por el dolor y la incomprensión.
La historia detrás de Tener la carne, novela de Carla Nyman, es muy disparatada. Una joven mata a su novio con la ayuda de su madre y se dedican a pasear el cadáver en la costa de Almería durante todo un caluroso verano. Un delirio que le sirve para ahondar en la relación tóxica y absorbente entre las dos protagonistas. Un parentesco que en un momento la hija llega a definir así: “Mi única patología es mi madre”.
Este libro de la periodista Begoña Gómez Urzáiz parte de un lugar muy incómodo: las madres que abandonan a sus hijos. Una realidad que muchas personas pueden llegar a aceptar en situaciones límite como una guerra. Pero, ¿cómo son vistas cuando no es así? Un hecho que obsesionó a la autora y la llevó a reflexionar sobre ello y a buscar historias de mujeres que vivieron maternidades límites. Experiencias de mujeres célebres y anónimas que sirven para reflexionar sobre los roles de género o cuestiones como la culpa.
La escritora Rachel Cusk ya rompió el idilio de la maternidad allá por el año 2001 con 'Un trabajo para toda la vida'. Traducido en España en 2022, en esta obra todavía vigente, Cusk cuenta su experiencia como madre desde una franqueza absoluta. Sin esconder sus contradicciones, habla de la maternidad como esa etapa que le supuso una pérdida de libertad, de sueño y de tiempo. También de las trampas que encierra el discurso mayoritario que existe en torno a ello.