Amaia Montero, cronología de la 'reina del pop': de sus inicios musicales a su actuación con Karol G

Fue anoche, ante un abarrotado Santiago Bernabéu. Sesenta y cinco mil personas no podían creer lo que estaba pasando ante sus ojos. Karol G dio un giro de guion en su segundo concierto consecutivo en Madrid para dirigirse a su expectante público. Cuando Amaia Montero (radiante, espectacular, con un minivestido azul y taconazos) apareció sobre las tablas, los gritos se multiplicaron. Anoche se vivió un momento histórico que devolvía a su lugar natural a una chica que comenzó en la música hace casi 30 años como puede verse en el siguiente vídeo:

La chica que cantó en una fiesta y enamoró con su voz

Corría el año 1996 cuando una chica de apenas 20 tuvo la ocurrencia de cantar en una fiesta 'Nothing Compares to You', un tema de Prince que popularizó Sinéad O'Connor. Por allí andaba Pablo Benegas, un muchacho que, al escuchar a Amaia, le pidió sumarse a un proyecto que tenía con otros amigos, aún en pañales. Aquel proyecto era el germen de La Oreja de Van Gogh y, ya con Amaia en el barco, ganó un concurso de pop-rock en San Sebastián, la ciudad de todos ellos.

Con el premio bajo el brazo, pensaron que había que grabar una maqueta para enviar a varias discográficas, pero terminaron grabando solo una canción y enviándola a una sola discográfica, Sony Music, que se interesó por ellos. Amaia recuerda que, cuando les preguntaron cuántas canciones tenían compuestas, ella respondió que 25. La realidad: solo tenían tres. Así que se pasaron un verano componiendo casi una veintena de canciones que se convirtieron en su primer disco.

Arrancaban así 10 años de éxitos dentro y fuera de España. Hasta que, en 2006, Amaia decidió que era el momento de marcharse y caminar en solitario.

La aventura en solitario

"Necesitaba seguir mi propio camino y me he arriesgado", explicaba Amaia Montero cuando su primer álbum en solitario, 'Amaia Montero', veía la luz. En una semana ya había vendido 40.000 copias. Tres discos de platino en España y varios de oro en América certificaban que la cantante no sufría las consecuencias de la separación de su grupo. En paralelo, La Oreja de Van Gogh buscaba una nueva solista, que encontraron en Leire Martínez, una cantante que se dio a conocer en el reality musical 'Factor X'.

Amaia sacó tres álbumes más, en los años 2011, 2014 y 2018: 'Amaia Montero 2', 'Si Dios quiere yo también' y 'Nacidos para creer'. Los fans no tardaron en asimilar que había vida después de La Oreja de Van Gogh y la cantante sumaba seguidores a su nuevo proyecto.

Se especuló muchísimo sobre su salida del grupo que la vio nacer como artista, pero la historia real es mucho menos excitante: simplemente unos y otra querían cosas distintas. De hecho, en las redes sociales de Amaia se puede comprobar el cariño que sigue profesando a sus antiguos compañeros, como Pablo Benegas. Leire, la actual solista de su antiguo grupo, fue de hecho la persona que anunció el primer sencillo del, hasta hoy, último disco de estudio de Amaia, 'Nacidos para creer'.

Una historia de superación

Pocas veces alguien que se ha hecho famoso con un grupo logra triunfar a lo grande como solista. Han sido muchos los ejemplos de separaciones, pero bastantes menos los casos de éxito. Amaia, después de once años siendo la voz de La Oreja de Van Gogh, volvió a imponerse. Su característica voz y sus canciones continuaron ganándose el cariño del público.

Cuando estaba preparando el quinto álbum de estudio, su salud mental le jugó, como a tantísima gente, una mala pasada, y decidió parar. Unos días antes, allá por octubre de 2022, había subido a las redes sociales fotografías que alertaban de que algo le estaba pasando. Un cuadro agudo de estrés y ansiedad hizo que tuviera que cortar de golpe. Millones de fans de los dos lados del océano le enviaron sus mejores deseos mientras estaban pendientes de su evolución, que decidió llevar con la máxima discreción.

Dos años de silencio y reaparición con Karol G

“Este momento lo voy a guardar en mi corazón y en mi alma para toda la vida”, se despedía ayer una emocionadísima Amaia que llevaba casi dos años sin aparecer en un escenario. Ha dedicado este tiempo a sanarse, a recuperarse para su público. Después de un silencio autoimpuesto y una pequeña intervención de urgencia el verano pasado, ayer nos demostró que sigue en plena forma, por lo que no sería descabellado pensar que aquel quinto disco que quedó pendiente se esté retomando y pronto podamos escucharlo. Hay muchísimas ganas.