La actriz Marisa Paredes ha fallecido a los 78 años de edad, según ha confirmado la Academia de Cine, y dejando un gran legado detrás que costará mucho borrar. De hecho, entre los galardones más importantes que ha recibido se encuentra el premio Nacional de Cinematografía en 1996, o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2007 o el Goya de Honor que recibía en 2018.

También fue condecorada con la Gran Medalla Verme ilde la Villa de París, y se hacía con el Fotograma de Plata hasta en seis ocasiones, lo que deja entrever el gran éxito que ha cosechado a lo largo de toda su carrera.

De hecho, durante más de seis décadas ha sido una de las grandes representantes del cine español, aunque la consagración de su carrera llegaba en los años 90 cuando se convirtió en chica Almodóvar, con papeles muy destacados en películas como 'Entre tinieblas' (1983), 'Tacones lejanos' (1991) o 'La flor de mi secreto' (1995). De hecho, la relación entre Paredes y el director manchego se ha mantenido a lo largo del tiempo, y también participó en otros filmes reconocidos como 'Todo sobre mi madre', 'Hable con ella' o 'La piel que habito'.

De 2000 a 2003, la actriz también se convertía en presidenta de la Academia de Cine, y tampoco podemos olvidar su participación en películas de gran relevancia a nivel europeo como 'La vida es bella', 'El coronel no tiene quién le escriba' o 'El espinazo del diablo'. Además, ha trabajado a las órdenes de otros directores ilustres como Guillermo del Toro, y ha trabajado de la mano junto a figuras de la talla de Arturo Ripstein o Marcello Mastroianni.

Además del cine, el teatro era otras de las grandes pasiones de Paredes, llegando a actuar en más de 15 obras a lo largo de su vida. De hecho, se esperaba su vuelta a los escenarios gracias a la obra 'Cargada de futuro', y según trascendía en la nueva programación del Teatro Bretón de los Herreros en Logroño. Del mismo modo, Paredes siempre se ha destacado por mostrar un gran compromiso tanto social, como político, y precisamente esta última obra invitaba a reflexionar sobre su propia vida en medio de la transición política de nuestro país.

Con su fallecimiento, Marisa Paredes deja un impresionante legado de más de sesenta años donde se ha dedicado por completo al cine, pero también al teatro y la televisión.

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