Seis millones de espectadores hicieron de él un icono cuando dio vida a Faruk, el aún recordado villano de la exitosísima 'El Príncipe'. Su papel en esta serie de Telecinco parecía haberle abierto las puertas al estrellato, convirtiendo a Rubén Cortada en uno de los actores más cotizados de la década. Sin embargo, una sucesión de desgracias e infortunios truncaron ese prometedor futuro y le obligaron a desaparecer.
Hace unos meses, cuando habló por primera vez en una entrevista para Madmen Magazine de esa etapa en la que le perdimos la pista, el cubano fue algo críptico. Tan solo apuntó que unos temas personales le hicieron volver a su país y que la cosa "se complicó". "Se me fue de las manos y no pude salir de allí hasta casi pasado tres años", explicó.
Ahora, esta vez en una charla con El País, por fin hemos podido entender qué sucedió para que, como bien ha insistido cada vez que ha hablado del tema, tocase fondo.
Tras el final de 'El Príncipe', Rubén Cortada fichó por varias series de éxito. Primero vino la adaptación de 'Lo que escondían sus ojos', luego 'Olmos y Robles'. Un "momento dulcísimo" que se amargó cuando su padre (al que define como "el hombre que yo hubiera querido ser") falleció "jovencísimo". Dos años después, mientras asimilaba el duelo por esta inesperada pérdida, la madre del actor moría "tras un proceso complicadísimo de hospital, quimioterapia y mucho sufrimiento".
Esto, unido a la llegada de la pandemia y la consecuente cancelación de una serie por la que lo había apostado todo, se convirtió en un "infierno". "Es como si alguien hubiera dicho: te va bien, ok, ahora vas a pagar tu peaje", llegó a pensar. Para él, según ha confesado en esta entrevista para Luz Sánchez-Mellado, era la única forma de darle sentido a todo lo que le estaba sucediendo en lo personal. Una etapa de la que su público no fue consciente hasta que lo asimiló.
"Prefiero dar un golpe en la pared y sufrir yo, no sé si me explico. Esto es muy privado. Duele mucho". Su postura podría haber sido la de contarlo para ayudar a otras personas que estuviesen atravesando por lo mismo. Sin embargo, para convertirse en un ejemplo debía "estar lo suficientemente high". No fue su caso: "Si alguien está débil, lo que no puedes es ponerle otra carga encima".
A raíz de su testimonio, son muchos los compañeros de oficio que se han volcado con Rubén Cortada. Basta con echar un vistazo a la publicación de su Instagram en la que ha compartido esta última y reveladora entrevista para comprobar el apoyo de amigos del mundo de la interpretación como la también actriz Elia Galera, que se ha mostrado conmovida por el relato del cubano.