Si hay una actriz querida, valorada y con un futuro prometedor en nuestro país, esa es Anna Castillo. La catalana, a la que los Javis y La llamada catapultaron a la fama, se ha ido haciendo un hueco en el audiovisual español a base de esfuerzo y proyectos que la han encumbrado como una de las mejores actrices de España. Tras varias nominaciones y galardones -incluido un Goya en 2017 a mejor actriz revelación-, Anna sigue en lo alto de la cima.
Ahora, podemos verla en Netflix en dos trabajos muy dispares. Una comedia romántica basada en el best seller de Elísabet Benavent, Un cuento perfecto, en el que interpreta a Margot y donde conoció a Álvaro Mel, su compañero de reparto. Y, desde hace un mes, vemos su brillante trabajo en Nowhere, el largometraje de Albert Pintó ambientado en un mundo casi apocalíptico donde la actriz se pone en la piel de una embarazada.
Hablamos con Anna Castillo, invitada al evento 'Welcome To The New Era', de El Corte Inglés, inspirado en la Generación Z. "¿Qué es lo que envidia de las nuevas generaciones?", le preguntamos. Su respuesta es certera: "Ya vienen deconstruidos respecto a cuestiones como el machismo, el racismo o la homofobia. Entienden cosas que yo he aprendido más tarde", asegura.
Además, la actriz nos cuenta cómo se ha relacionado con la maternidad en su última película. "Ser madre es algo que todas en algún momento imaginamos, pero yo no lo soy y me he basado en el amor incondicional", cuenta. A pesar de que disfruta mucho los dramas, confiesa, también se siente cómoda en el género romántico. Y, ¿quién sabe? quizás incluso la veamos interpretando un papel de villana: "Me ven muy buena, pero me encantaría".