“Indecencia”. Así se titula el último post compartido en el Instagram de Aitana Sánchez Gijón. A través de sus redes, la actriz ha contado su experiencia tras pasar el coronavirus. Debido a la crisis sanitaria que tiene desbordados los hospitales, su decisión ha sido realizarse un análisis serológico en un laboratorio privado para cerciorarse que no tiene anticuerpos y que no hay posibilidad de que contagie a otra persona.
Pagarse el test de su bolsillo era la única opción que tenía entre manos si quería abrazar a su madre “con tranquilidad cuando pueda volver a verla”. Sin embargo, esta no debe ser la solución, sobre todo cuando entra en juego “gente que se lucra con las desgracias”. Si hace una semana costaba 40 euros, ahora ha subido a 60.
“Os animo a dejar en evidencia a quienes se enriquecen inmoralmente a costa del sufrimiento de todos”, ha propuesto a sus casi 250 mil seguidores en esta red. Lo ha hecho impulsando un hashtag (#stoplucrocovid) que recoge todas las denuncias anónimas sobre cómo se está gestionando esta pandemia.
En sus quejas también entran el elevadísimo precio del material. “Ya lo venimos viendo con el aumento del precio de mascarillas o de los guantes de látex”, ha apnutado. Unas palabras por las que ha recibido el aplauso de centenares de usuarios y compañeros de profesión.
Esta reivindicación pública por parte de la actriz Aitana Sánchez Gijón se producía horas antes de que el Gobierno confirmase que el ministerio de Sanidad podrá intervenir los laboratorios privados para evitar que se inflen los precios y conseguir acelerar los test de coronavirus, poniéndolos a disposición de las comunidades autónomas.
Si los cantantes han hecho de sus feed de Instagram un álbum de sus conciertos de cuarentena, con canciones inéditas y palabras dirigidas a sus fans, el de la intérprete se ha convertido en un teatro virtual. Con el objetivo de impulsar la cultura, tan necesaria en estos tiempos de confinamiento, Sánchez Gijón ha decidido aportar su granito de arena recitando poesías del recién desaparecido Luis Eduardo Ante, Blas de Otero o Mario Benedetti.
Su postura con respecto al apagón cultural que propusieron muchos miembros del sector durante esta Semana Santa también fue clara. “El país entero está parado, la cultura está parada. Y aún así en este encierro, nos ayuda a sobrellevar tanta aridez con sus películas, sus series, sus canciones, sus libros…”, escribía como reacción a la rueda de prensa en la que el ministro de Cultura hizo oficial su intención de no tomar medidas concretas para salvar a esta industria.