Alcanzó el podio del cine más allá de los 40. Pero si por algo logró este reconocimiento fue por "no tirar la toalla". Antes de llevarse su primer cabezón hizo mucho casting, se comió muchos 'noes' y pisó mucho teatro. Ahora, tal y como contó a El País hace un par de años, le toca "hacer encaje de bolillos" para conciliar su vida personal con la montaña de proyectos que va empalmando desde que le dieron el Goya. Porque si ya no es fácil la vida del actor, con 14 horas de rodaje diarias, madrugones y más de un compromiso del que uno no se puede escaquear, en el caso de Javier Gutiérrez la cosa se complica.
En 2016 decidió poner punto y final a su historia de amor con la directora cultural Inés Enciso. Llevaban ocho años juntos, y fruto de su relación nació Mateo, un niño con capacidades especiales cuya custodia comparten y que ha dado al intérprete más de una lección. Al principio no vio su enfermedad como "una bendición de Dios", ni mucho menos. "Al nacer se nos hizo un mundo, parecía una película de terror". Y aunque nunca ha sido muy dado a hablar de su intimidad (ni siquiera se considera "famoso"), cuando descubrió el vínculo extra que creó con su hijo decidió hacer una excepción y compartirlo.
El perfil de Instagram del menor (@matedice) está inactivo en estos momentos. Sin embargo, en el de Javier Gutiérrez siempre ha permanecido la intención de ser un altavoz para dar visibilidad a las capacidades especiales de niños como "Súper Mateo", como le llaman en casa. Entre post y post hemos sido testigos de sus ganas de hacer el ganso, de sus paseos padre e hijo por las calles de Ferrol, de la afición del pequeño por el fútbol o de sus ansias locas por seguir caminando, "lento pero seguro de su mano".
'Campeones', esa película que pocos querían producir pero que se convirtió en un fenómeno (20 millones de recaudación y el Goya a Mejor Película), fue su oportunidad para reivindicarlo. "Mi hijo sufre una discapacidad y me parecería hipócrita hacer una película sobre la discapacidad sin decir que en mi propia casa lo estoy sufriendo", les manifestó a los compañeros de Diez Minutos al poco de su estreno.
Su intención era hacer ver que esto le puede suceder a cualquiera. También a las mal llamadas celebrities. Porque tener una capacidad especial, como él mismo expresó en su día, no es ser ningún "marciano". "Siento como una agresión la mirada compasiva hacia las personas con discapacidad. Es muy incómodo y creo que tiene que ver con la ignorancia y el miedo", planteó a ABC al contar su experiencia con Mateo.
Desde que participó en esta exitosa película con la que se rompieron unos cuantos tabúes, Javier Gutiérrez siempre ha repetido que Mateo es su "campeón". Es más, participar en esta cinta por la que rechazó ser el Profesor de 'La casa de papel' fue tan importante para ambos que consiguió que su hijo (aunque a regañadientes, que él también tiene su carácter) hiciese un cameo en ella.
Desde que nació su hijo, que ya tiene once años, el actor tiene claro que su éxito debe servir para algo más que para ganar premios. Son pocas las iniciativas solidarias a las que el protagonista de 'La isla mínima' o 'El autor' ha dicho que no. La "ingenuidad" de estos 'campeones' es algo que le "desarma", que le "gana por completo", ha llegado a afirmar. Y lo justo es darles su hueco.