Las contracciones empezaron el día de Reyes en medio de una cata de roscones, en Pedraza, su pueblo. El tercer embarazo de Samantha Vallejo Nágera había trascurrido con normalidad, y tras irse con su marido, Peru Aznar, al hospital a Madrid, a las horas llegó al mundo Patricio, Patrick. "Venía con sorpresa, ya que tenía síndrome de Down y no lo sabíamos", reconoce la chef en una entrada de su blog. Surgió así el apodo cariñoso de Roscón, con el que le conocen en casa y en la cuenta de Instagram de su madre, donde su espontaneidad le ha convertido en un verdadero fenómeno.
La chef ha hablado siempre con mucha naturalidad del trastorno genético que sufre Roscón, que cumplió doce años el pasado enero. No oculta que, tras el parto, recibir la noticia no fue fácil. "Se me cayó el mundo encima", reconoce en su blog, hablando de esos duros momentos iniciales. Pero, pese a las dificultades, la perspectiva que da el tiempo le ha permitido ver las cosas de otra manera: "Años después os puedo asegurar que ha sido la única y la última mala noticia que me ha dado este niño en su vida", admite.
Aunque reconoce que le da igual cómo se refieran a la alteración que sufre su hijo ("No tengo prejuicios", aseguraba en una entrevista al programa de Bertín Osborne), ella suele decir que Roscón tiene capacidades diferentes. Siempre ha tenido claro que lo que mejor puede hacer por él es luchar por la visibilidad y la participación plena de las personas con síndrome de Down en la sociedad.
Y ha predicado con el ejemplo: madre orgullosa, lo lleva a todos lados e intenta que viva una vida normal: "Que pasee, que salga, que conozca cosas diferentes y que juegue", razona en su página web. Roscón va al colegio, hace los deberes, ayuda en casa y, como cualquier niño de su edad, está enganchado a las "maquinitas".
En palabras de su madre, es un niño activo, despierto y "súper divertido". Y precisamente debido a su sentido del humor y su naturalidad, Samantha ha apostado por darle un hueco destacado en sus redes sociales, siempre bajo el hashtag #RoscónForPresident. Su carácter ha hecho el resto: no hay publicación de la chef en la que aparezca el tercero de sus hijos que no se llene de piropos, muestras de cariño y seguidores que se declaran fans del pequeño.
Las pillerías y hasta los vaciles a su madre son una constante. La hermana de Colate reconocía hace unos años que Patrick es un verdadero "teatrero": todas las mañanas se hace el enfermo para que sus padres le permitan no ir al colegio y poder quedarse viendo la tele. Durante esta cuarentena hemos podido verle cantando, aprendiendo inglés o disfrutando de los postres de su madre. Incluso ha hablado de sus futuros planes de boda. Hace solo unos días, aseguraba que la chef tenía la "tripa gorda" y apuntaba a que podría estar embarazada de nuevo, entre las risas de Samantha.
Uno de los hitos del esfuerzo de la mediana de los Vallejo-Nágera por dar visibilidad a Roscón en sus redes tuvo lugar en la primavera de 2019, cuando el pequeño se convirtió en el primer modelo con síndrome de Down de la web de Zara. Junto a su hermano pequeño Diego, Roscón posaba con varias de las prendas de la colección veraniega infantil de la firma. Su madre lo celebraba y mostraba su orgullo en Instagram "por lo que significa".
Samantha ha hablado mucho sobre la excelente relación de sus cuatro hijos. Cloe, Pedro y Diego son absolutos defensores de Patrick. "A capa y espada", comentaba Samantha en un vídeo en su canal de YouTube en el que hablaba sobre la importancia de familia. "Alguien como Roscón une a las familias, hace mucho más humanas a las personas que le rodean", asegura la chef.
La unión entre los hijos de la chef y Peru Aznar es especialmente intensa en el caso de Roscón y Diego, el benjamín de la familia. Tras el nacimiento de Patrick, Samantha había descartado volver a quedarse embarazada por el temor a volver a pasar lo mismo. Pero cuando este cumplió tres años, pensó que le podría venir bien tener otro hermano para que "le empuje a crecer y hacer las cosas bien".
El tiempo demostró que no estaba equivocada. Los dos pequeños del clan, Patrick y Diego, son uña y carne. Su madre reconoce que ser el que viene después podría haber sido complicado, más con la fuerte personalidad de Roscón, pero cree que Diego ha conseguido su terreno y que se ayudan mucho mutuamente. "Es una maravilla ver lo pin y pon que son", afirma.
Ese buen rollo en casa es una de los factores que han provocado que Samantha y Pepu optaran por la educación especializada para su hijo. Aunque la chef siempre ha defendido que depende de las necesidades de cada familia, el hecho de estar rodeado de sus tres hermanos en casa "que le dan caña todo el día" hizo que el matrimonio no viese tan necesario que tuviese que acudir a en un colegio de integración, y llevasen a Roscón a un colegio especializado.