Ser una de las artistas más importantes del pop español actual tiene un peaje. Y haber llegado a esta posición siendo mujer, más. Si no que se lo pregunten a Malú, que desde que empezó en esta industria siendo una cría ha sido calificada de "borde", "seca", "antipática" o "áspera" por un supuesto "mal carácter" sobre el que por fin ha decidido hablar.
Lo ha hecho en uno de los episodios de 'Accoustic Home', el formato de HBO Max que descubre cómo son las grandes voces de nuestro país en la intimidad. Y estos rumores de "Ojo con Malú, que nos la va a liar" es un tema que ella misma ha decido abordar. Visiblemente harta de que se hable de ella en estos términos, la cantante ha dejado claro que no ha "montado un pollo" en su vida.
"Los he montado cuando tenía 16, 17, 18 años porque no tenía ni idea", ha admitido. "Yo no sabía ni de qué iba todo esto ni que había que tener una parte de relaciones públicas. A mí solo me importaba llegar al escenario y hacer el concierto de mi vida". Unos errores de principiante que según fue madurando se convirtieron, según ella, en perfeccionismo y ganas "de que el trabajo esté bien hecho", un nivel de exigencia del que hablaba en una entrevista para este portal hace algunos años.
"A mí me gusta que las cosas estén bien y me gusta que seamos serios y profesionales cuando trabajamos", ha declarado con rotundidad. "Yo no me meto con la gente, yo no ataco a la gente que trabaja conmigo, si no no llevaría 25 años con mi batería. El músico que menos años lleva conmigo lleva 15", ha puesto como ejemplo de un amplio equipo del que también forma parte su hermano José de Lucía, como guitarrista.
Estas ansias por que no existan fallos, por que cada uno de sus conciertos salga "que te cagas", ha podido ser malinterpretado, desde su punto de vista, en ciertos momentos en los que su "única y exclusiva prioridad" es salir al escenario y que el resultado sea redondo: "Tú necesitas estar centrada en lo que vas a hacer. Cuando me decían 'oye, me paso a verte antes del concierto', yo pensaba: 'No me jodas'. Yo en ese momento soy una roca de tensión, de calentar, de nervios, de cerebro focalizado en lo que tengo que hacer".
"¿Carácter? Pues claro que tengo carácter", ha asumido. Pero esto no tiene nada que ver con "mal carácter", concepto del que trata de desligarse. "Carácter tengo yo y probablemente todas las mujeres de mi industria, todas las mujeres de mi staff que llegan y ponen en pie a un montón de tíos, te montan un escenario y dirigen a un montón de gente", ha reivindicado. Porque tal y como retrata este formato de entrevistas, esta actitud es casi obligatoria si quieres tener una voz (no solo musical) en una industria tan feroz como la suya.
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