Desde que anunció su ruptura con Raquel Perera, la vida sentimental de Alejandro Sanz es noticia. Hace unas semanas se hacía pública la identidad de Rachel Valdés, la posible nueva novia del cantante. Un storie ha despistado a algunos medios de comunicación, que se apresuraron a pensar que la protagonista del vídeo era Rachel. Una confirmación lejos de la realidad que ha provocado que Alejandro Sanz se viese obligado a contestar públicamente y desmentir que no era ella quien aparecía en sus redes sociales.
Hace unos días, durante un concierto en Houston, Alejandro Sanz compartía un vídeo en sus redes sociales mostrando a las personas que trabajan con él y que estaban en el backstage. Una de las que aparecen en el vídeo es una chica morena que, con las manos, hacía el símbolo de un corazón. Poco después de hacer público este vídeo, salían a la luz titulares como: “Alejandro Sanz confirma su relación con Rachel Valdés en Instagram”, algo que el cantante se ha visto obligado a desmentir: “Ella es Andreina y es mi asistente”, escribía en sus redes sociales.
Pero no ha sido solo Alejandro Sanz quien en estos últimos días se ha visto obligado a desmentir información. Otra publicación titulaba: “La ex de Alejandro Sanz, rota tras conocer la nueva relación del cantante”, con unas fotografías en las que (aparentemente) se veía a Raquel Perera llorando. Una situación que coincidía con la publicación de unas imágenes del cantante dando una vuelta en lancha con Rachel Valdés.
La exmujer de Alejandro Sanz utilizaba sus redes sociales para responder, de forma tajante, a la publicación: “Voy al grano (y no al de la foto). Siento decepcionar a los que pretenden plasmar un llanto que sólo es un “limpiarme” el sudor de la cara al salir del colegio de mis niños a 40 grados al sol. Los que viven en Miami sabrán de lo que hablo. Y, para que la decepción no sea completa, confieso sin reparo que he llorado en muchas ocasiones por diferentes motivos, no lo negaría nunca porque además sienta muy bien, pero no hice fotos en esos momentos”, escribía Raquel Perera.