Dani Martín ha vuelto a abrirse en canal con sus fans. Hace unas semanas, el artista compartía una profunda reflexión en la que contaba que lleva un año medicándose y que echa de menos a su hermana, entre otras muchas cosas. Y ha vuelto a hacerlo. A través de su cuenta de Instagram, el que fue el vocalista de El Canto del Loco ha explicado cómo han sido estos últimos días que ha disfrutado de vacaciones y qué cosas le hacen feliz.
Dani ha comenzado diciendo que le parece "agotador" cumplir con ciertas cosas que le piden constantemente. Crear contenido, estar atento a las redes, sacar singles "todo el rato", hacerse fotos nuevas, entrevistas de promoción, duetos en los discos, tener muchos seguidores, hacer campañas de marketing, mostrar felicidad o estar perfecto físicamente son algunas de las cosas que no le resultan impuestas y no quiere seguir. "Hay que enseñar tu día a día, hay que tener una pareja y enseñarle al mundo la felicidad que compartes y, acto seguido, no volver a hablar en toda la cena porque hay que estar con el teléfono. Hay, hay, hay… ay, qué agotador", decía.
El artista ha confesado que ha cogido cinco kilos "comiendo patatas fritas" y dándose el permiso de disfrutar "de este rato de vacaciones". "Dos tallas de pantalón he subido. No he estado atento a las redes sociales, no me apetece hacerme fotos ni sacar una canción nueva", ha contado.
Como hizo la última vez, el cantante se ha sincerado al decir que hay veces que está "triste" y le "encanta" pegarse "una buena panzada a llorar" y así sentir después que no era para tanto. También ha contado cuáles son sus grupos de música favoritos, qué comida le gusta y que lleva un mes sin hacer deporte porque tiene "una rotura fibrilar y no pasa nada". "Tengo un poco de pereza, la verdad", admite. También está muy volcado con su nuevo disco, del que lleva ya medio escrito, y no tiene pinta de tener duetos. "Suena más a Daniel y al Canto que nunca, pero creo que no suena actual. Las letras son súper personales. Me apetece salir de gira, pero no me apetece cantar más de dos días seguidos", reconoce.
Dani Martín ha vivido "una experiencia preciosa" estas semanas atrás porque se ha ido con sus amigos conduciendo una furgeta, algo que ha confesado es "la segunda cosa" que más le gusta en la vida. "Me encantan los huevos fritos con patatas. También me gusta el sexo, el vino, estar tumbado en mi sofá, jugar al fútbol, hacer mudanzas, llevar personas de un sitio a otro y ayudarlas. Me encanta el arroz a banda, el vino tinto, mis padres, mear en el campo, ayudar a mis amigos".
En cuanto a su situación actual, el artista ha contado que le están saliendo granos y que cada vez ve "peor". "Me duele el cuerpo al despertarme, pero estoy más feliz que nunca. Quiero mucho a mis amigos. Me encantan las siestas, me encanta seducir. No me gusta que me digan qué ropa tengo que ponerme para hacerme fotos. Me encanta Residente. Me apetece mucho hacer festivales este año, que nunca lo he hecho. Me encanta la sobremesa muy larga. Odio hacer fotos, me encanta que me pidan un autógrafo. No me gustan las cosas que están de moda", continúa contando.
Tiene 45 años, pero le encanta tenerlos, ver que le salen canas, alguna arruga e ir a terapia, algo de lo que ha hablado en más ocasiones. Si hay algo que le "jode" es que cuando ahora pasa por la puerta del instituto, ya no le gritan como antes. "El ego", asegura. "El psiquiatra y mi trabajo me han salvado la vida. Creo que las redes sociales están haciendo daño a muchas personas. No me gusta ser famoso. Me gusta hacer canciones. A veces me gusta ser famoso".