Los amantes de la música hemos tenido la oportunidad de vivir en primera persona la evolución profesional y personal de Dani Martín. El madrileño ha sido protagonista de tantas experiencias que parecen extraídas de dos vidas. Ahora, pese a encontrarse en uno de sus mejores momentos, no olvida las luces y sombras de su existencia. Una reflexión sobre el tiempo que ha compartido en un post de Instagram, donde ha recordado su pasado y todo lo aprendido en estos años mediante un carrusel de fotografías atemporales.
“La juventud es un gran momento, pero el presente también”, arrancaba así su discurso. “A veces busco esa frescura que tenía con 28, pero siento que eso es forzado ya. Prefiero sacar la verdad que tengo con 45, antes de hacerme el jovencito, que lo soy, pero me siento en otro lugar. Me encantaría enseñaros como ronco, que no estar delgado y comer patatas fritas si te lo pide el cuerpo es salud, que tengo granos, que soy inseguro, […] que hacer una gira de pocos conciertos me hace más feliz que hacer muchos”, dejaba entrever que, hoy en día, sus prioridades son otras.
Dani ha reivindicado que en cualquier decisión debe prevalecer el amor propio y ser fiel a uno mismo. “Estoy haciendo canciones, voy a hacer un disco, pero no me apetece seguir ningún canon, ni acercarme al sonido actual, ni hacer 34 duetos, ni trabajar con los productores de moda. Me apetece hacer lo que me salga, lo que sienta. Creo que para alguien que se dedica a crear lo más importante es vivir: Hay que vivir, hay que dejarse afectar, sentir, viajar, observar, salir de casa, conocer, aprender, errar… O no, pero a mí me sale así”, comenta.
“No tengo un cuerpo esculpido, jamás lo tendré. Soy torpe haciendo cosas de manitas. Me encanta fantasear, crear, vivir, soy un desastre en muchas cosas y maravilloso en otras. Me encanta comer, beber, las sobremesas, las siestas, hablar de cosas escatológicas […] Soy un niño pequeño en cosas y me enfado como tal”, continuaba destacando algunos aspectos de su personalidad y compartiendo su visión sobre algunos temas: “No me gustan las redes sociales creadoras de monstruos, me gusta más cuando se utilizan de manera natural y mostrando verdad. Respeto el uso que le da cada uno, pero tengo mi opinión”.
Para finalizar, y como no podía ser de otra manera, ha tocado algunos temas más personales, como su delicada salud mental o lo mucho que le marcó la pérdida de su hermana.
“Estoy medicado desde hace un año y me está ayudando mucho, acompañado de mi terapia. […] El Canto del Loco me lo inventé yo y lo siento muy mío. Recuerdo mi infancia porque parte me hizo daño, también porque otra fue preciosa. Echo de menos a mi hermana, a mis amigos de la infancia […] Me da miedo la droga y me gustaría que la gente apreciara más aun la verdad que la inmediatez. […] Cuantas contradicciones, ¿eh? Pues ese soy yo”.