Blas Cantó pasó por su peor momento durante su paso por Eurovisión: "Me he mostrado ante el mundo cuando más vulnerable me sentía"
Blas Cantó se subía al escenario de Eurovisión el pasado sábado dos años después de anunciar su candidatura
Italia se alzaba con el micrófono de cristal y España quedaba por sexto año consecutivo en lo más bajo de la tabla
El músico, "feliz" de haber cumplido el sueño de su vida, ha lanzado una sincera reflexión sobre sus sentimientos tras el festival
Italia se alzaba con el deseado micrófono de cristal en la vuelta de Eurovisión tras un año de pausa obligatoria por la crisis sanitaria. El grupo rockero Maneskin conquistaba a la audiencia con su espectáculo en Rotterdam y arrebataba el triunfo a Suiza y Francia, que estuvieron durante toda la noche disputándose la primera posición al ser los más votados por parte del jurado profesional. Blas Cantó no corría la misma suerte. El murciano no logró convencer al público con su balada y España se quedaba por sexto año consecutivo en lo más bajo de la lista. Un mal resultado augurado por las casas de apuestas que no afectó lo más mínimo al cantante, que regresaba “feliz” a casa tras haber cumplido “el sueño de mi vida”. Aprovechando aún la intensidad de la resaca eurovisiva, el artista ha compartido con sus seguidores una sincera reflexión acerca de sus sentimientos tras el festival.
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“Convertí el dolor en música y la música hizo que mi corazón latiera de nuevo”, se abría Blas con sus seguidores haciendo una clara referencia a los numerosos palos que le ha dado la vida a lo largo de sus 29 años. Una infancia bastante complicada y una adolescencia basada en la mentira le condujeron a una juventud marcada por una salud mental bastante frágil. Unas experiencias que influyeron en el carácter del músico, cuyas composiciones son el claro reflejo de su sensibilidad.
“Me habéis regalado ‘el momento’ de mi vida. He representado a España, mi país, durante dos años seguidos. Es algo que soñaba cuando era un niño, y una vez más, el Universo quiso concederme el deseo”, lanzaba un guiño al tema con el que nos habría representado en 2020 si la pandemia no hubiese arrasado con todo. Un espectáculo audiovisual cuya pasión debe a su abuela Joaquina, según ha confesado en las múltiples entrevistas que ha concedido para promocionar su candidatura, que falleció el pasado diciembre a causa del coronavirus sin llegar a verle encima de ese escenario. A ella, a la “persona más importante” de su vida y a quien consideraba su propia madre, dedicó esta actuación en directo antes de romper a llorar.
Blas Cantó ha tenido que contener al máximo sus emociones estas semanas
“Probablemente ha sido el reto más difícil de toda mi vida. Me he mostrado ante el mundo cuando más vulnerable me sentía, tratando de contener mis emociones en cada instante; desde que me levantaba de la cama hasta la hora de dormir”, relataba lo más duro de este enriquecedor proyecto, el cual tuvo que afrontar justo un año después de la muerte de su padre. “Siempre he sido un libro abierto, y si mi historia le ha ayudado a alguien en algún rincón del planeta, me siento más que satisfecho”, no le daba importancia a su posición. “Madre de mi alma, madre de mi vida, madre de mi corazón… lo hicimos. Y nada ni nadie puede borrarlo”, no se podía creer todavía que su nombre forme parte ahora de la historia de este show.