Instagram no siempre está para hace el mal. Por mucho que algunos hayan tirado la toalla con las redes sociales por el remolino de odio que generan, hay veces que este altavoz es la oportunidad perfecta para visibilizar, para dar su sitio a realidades que no siempre tienen su hueco. Y esto es precisamente lo que acaba de hacer Ion Aramendi en su perfil personal, donde ha compartido con sus seguidores la increíble historia de superación de su hermano Íñigo.
El presentador, que es el tercero de "cuatro bigardos" que crecieron en Guipuzkoa y maduraron en Salamanca, ha querido reivindicar la fortaleza del miembro más desconocido de su familia a la hora de enfrentarse a la esclerosis múltiple. A pesar de que tiene "todo el derecho a quejarse", Íñigo nunca lo hace. Y por eso Ion le admira "infinito", por "la entereza y la dureza increíble" con la que afronta esta enfermedad autoinmunitaria que afecta el cerebro y la médula espinal de la que este lunes 30 de mayo se celebra el día internacional.
Dos años mayor que él (sí, cuando Ion nació le chafó "para siempre su día especial al convertirlo en 'nuestro' día especial"), Íñigo no solo es un ejemplo a seguir para el conductor de 'Supervivientes: Conexión Honduras' por haber llegado al mundo antes que él. "Ojalá tuviera un ápice de su fuerza, porque sería invencible, pero él jamás hace alarde de nada, nunca", le ha reconocido públicamente. "Ojalá más personas fueran como es él, porque el mundo sería infinitamente mejor".
Esta declaración de amor, además de por su hermano, la ha compartido para dar "a conocer mejor" la esclerosis múltiple. Un "pequeño homenaje a una de las personas más valientes y fuertes que conozco" que podría ser extrapolable a todos los que, como él, se enfrentan a esta enfermedad invisible.
Además de Íñigo, al que ha presentado a través de este emocionante post que ya cuenta con miles de reacciones, Ion Aramendi tiene otro hermano mayor José María, y otro menor, Santi. Los cuatro eran conocidos por su entorno como 'los Dalton' porque siempre andaban haciendo travesuras juntos. Y ahora, superada la cuarentena, el afecto que se tienen entre ellos continúa. "Me auparon, me mostraron el camino, me corrigieron y enderezaron", llegó a decir de ellos.
Muchos de los valores de los que están tan orgullosos vienen inculcados por sus padres, "dos vascos de pura cepa" que siguen disfrutando de sus hobbies superada la madurez. A los setenta, ella es 'gamer' y aficionada a los videojuegos de skate Tony Hawk. Él dejó el butano cuando se jubiló y se volcó en la cocina. Hasta llegó a participar en la edición senior de un conocido talent de cocina. Ahora, con una hija en camino y dos en edad escolar, la intención de Ion Aramendi es conseguir como padre inculcar ese "sé siempre agradecido, humilde y luchador" que escuchaba en casa en su infancia.
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