Era tal el aluvión de noticias vinculadas a su intimidad que a Shakira no le quedó otra que emitir un comunicado. En él, la artista confirmaba los rumores sobre su separación con Gerard Piqué después de doce años de relación y dos hijos en común. Ni una palabra sobre las supuestas infidelidades por parte del futbolista que tantos titulares están generando desde entonces. Sin embargo, hubo una información que se negó a pasar por alto.
En los días previos a que rompiese su silencio se habló de un supuesto ataque de ansiedad de la colombiana por el que tuvo que ser atendida en plena calle. Algo que, según ella, poco tenía que ver con la realidad. El suceso, que tuvo lugar el pasado 28 de mayo, se produjo a raíz de que su padre sufriese una "importante caída" en las inmediaciones de su domicilio en Barcelona. Aunque no quiso entrar en detalles, la instantánea que compartió daba fe de la gravedad de este incidente.
"Este día le acompañé personalmente en una ambulancia hasta el hospital donde se encuentra recuperándose favorablemente", aclaraba. Y parece que esto, el proceso de recuperación de William Mebarak Chadid (que en septiembre cumplió 90 años), es en lo que se está volcando mientras el planeta opina sobre la ruptura de su matrimonio con Piqué.
Así nos lo ha hecho saber, esta vez vía Instagram, con un vídeo en el que podemos comprobar cómo Shakira está ejerciendo de 'bastón' en esa compleja "estimulación cognitiva" a la que se tiene que someter a raíz de ese traumatismo que le ha dejado secuelas.
Afortunadamente, después de comprobar que el abuelo materno de Milán y Sasha está respondiendo al tratamiento, su equipo médico le ha concedido el alta para que continúe con ese "camino ascendente" desde casa. Muy cerca de él estará su hija, cuya vivienda se encuentra a escasos metros de la de sus padres, ambas en el municipio barcelonés de Esplugas de Llobregat.