El rostro de Jesús Calleja lleva años colándose en las televisiones de millones de hogares españoles, pero lo cierto es que, pese a esta proyección mediática, ha conseguido mantener alejada del foco mediático su faceta más íntima. Reservado y discreto respecto de su vida personal, no se le conoce relación sentimental alguna, y los pocos detalles privados que han trascendido los ha facilitado él mismo en entrevistas o en sus programas. El aventurero, por ejemplo, ha hablado en algunas ocasiones de su experiencia como padre, que oculta una trágica historia. Pero hay alguien del entorno del leonés que sí ha adquirido relevancia pública: su madre, María, que a sus ochenta años triunfa como influencer en Instagram.
Las redes de Jesús, o sus declaraciones en entrevistas y photocalls mantienen ese compromiso por la intimidad del conductor de 'Volando voy'. Las excepciones se cuentan con los dedos de una mano: más allá del drama humano que vivió con su hijo Ganesh, cuando se convirtió en padre gracias a una "carambola vital", Calleja ha hablado por ejemplo también de su complicada situación económica: tuvo que endeudarse "hasta las cejas" para perseguir su sueño de dedicarse al mundo de la aventura.
Pero su madre María escapa a toda esta actitud de discreción y reserva sobre su esfera privada. Jesús se ha referido a ella en muchas ocasiones, asegurando de que se trata de una mujer adelantada a su tiempo, y reivindicado el poder de su sonrisa contagiosa, que ha marcado a toda la familia el camino a seguir. “Visionaria, audaz, lista, comprometida, prudente, amorosa y siempre, siempre con las ideas claras”, reza una publicación del aventurero en Instagram en el que la felicitaba por el Día de la Madre.
María Calleja (lo cierto es que Jesús, de primer apellido González, ha formado su nombre artístico con su segundo apellido) es natural de Fresno de la Vega (León), peluquera de profesión y madre, además del presentador, de Julián, el mayor de los tres hermanos, fallecido de cáncer y de Kike Calleja, aventurero también y con quien trabaja habitualmente. Su popularidad en redes nos ha permitido conocerla, a ella y a la familia de Jesús, un poco más.
Su progenitora cuenta con un perfil propio en Instagram, en el que acumula más de 18 mil seguidores. En él se define a sí misma como aficionada a la poesía leída y escrita, y dice de sí misma que está “descubriendo nuevos mundos a pesar de la edad”. Sus hijos y su marido, Julián (a quien Jesús debe su pasión por la aventura), son parte crucial de su vida, y así lo demuestra el hecho de que su familia esté presentes desde su primera publicación en esta red social.
Los González Calleja vivían en un molino en el mencionado pueblo leonés, regentaban una peluquería en la que Jesús vivió su primera etapa laboral, y se iban de viaje en un Simca 1000 por Europa, haciendo acampadas y con el coche cargado de fiambre para ahorrar en restaurantes. Su actividad en redes sociales tiene mucho que ver con sus orígenes y con la reivindicación del mundo rural. Es una firme defensora de su tierra, de la naturaleza, de la agricultura y del hogar en el que nació, donde crio posteriormente a sus tres hijos.
Y ser sirve de su pasión por la poesía para vehicular dichos homenajes: son habituales los poemas, escritos por ella misma, en sus publicaciones, muchas veces recitados en vídeo, en los que también habla de sus recuerdos y en la importancia de las pequeñas cosas. A principios de este año quiso despertar conciencias sobre la situación de los refugiados por la invasión rusa de Ucrania.
Su pelo blanco y sus looks con colores vivos son sus señas de identidad, y sus hijos han bromeado mucho con ella sobre sus peripecias tecnológicas aprendiendo a usar las redes. "No puede ser que veamos una pared recitando poemas", le reñía Jesús en sus primeros vídeos, en los que no se enfocaba a sí misma. La naturalidad, sencillez y el carisma de la matriarca del clan ha hecho que cada una de sus publicaciones se llene de comentarios de cariño y de respuestas alabando su talento a la hora de escribir.