Convertir su vida en su "mejor novela" fue, en palabras de Máximo Huerta, un acto de "valentía". Una narración sobre infancias perdidas, conversaciones pendientes, despedidas adelantadas y "vidas vividas torpemente" a la que puso de título 'Adiós, pequeño'. En ella, además de tirar de recuerdos, el escritor cuenta su realidad actual, esa que le ha obligado a regresar a su Buñol natal para estar cerca de su madre en su última etapa vital. Una complicada tesitura que ha emocionado (y mucho) a Risto Mejide, que ha compartido con él lo que ha sentido al leer su historia en una entrevista en 'Viajando con Chester'.
"En el libro estás todo el rato hablando de tu madre y de lo que sientes hacia ella. Y para los que estamos arreglando cosas con nuestros padres, leerlo ha sido una hostia importante", le ha asegurado con la voz entrecortada.
Con estas cuentas pendientes, el publicista hace referencia al hecho de que lleve "cuatro años" sin tener relación con la suya, algo sobre lo que no había hablado hasta ahora y que ha decidido compartir con su amigo en la última entrega del programa de Cuatro.
Según él, esta decisión de no dirigirle la palabra a su madre se produjo a raíz de una "bronca muy gorda" que les distanció en 2019, cuando aún no había sido padre con su por entonces mujer Laura Escanes. Una "pelea" sobre la que no ha querido ahondar por la que estuvieron sin hablarse hasta el día exacto en el que grabó su entrevista con Máximo Huerta.
"Ella no sabe que estoy aquí, no sabe nada de mi agenda. Y no hablaba con ella hasta hoy por la mañana, que me ha escrito. Hoy que venía a hablar contigo. ¿Es fuerte o no?", le ha planteado. El entrevistado, empático con la situación que le estaba planteando Risto Mejide, le ha preguntado si este mensaje marcaría un cambio en su relación.
Aunque con dudas de si dar el paso o no, el conductor de 'Todo es mentira' ha alegado que, de recoger el guante de su madre, lo haría por Roma. "Creo que se lo debo a mi hija. Porque ella no conoce a mi hija. Por mucho que haya tenido diferencias con mi madre, mi hija no tiene la culpa. Tiene una abuela. Hoy estoy en conflicto con esto todavía", ha explicado.
Verbalizar esta situación familiar ha sido la oportunidad para que Risto defienda que "lo de 'madre no hay más que una' se dice por algo". Estar cuatro años separado de ella le ha demostrado que la de una madre "es una figura que no se puede reemplazar". De ahí, seguramente, el emotivo final de este 'Viajando con Chester' tan especial para Mejide.
"Al final, la vida va de eso. De perdonar, de perdonarse, de no dejarse conversaciones inacabadas por el camino, de cuidar, de ser cuidados, de sanar, de dejarse curar. Y, sobre todo, de quererse mucho para poder querer a los demás", dice a modo de cierre. ¿Será esta entrevista con Máximo Huerta la percha para retomar el contacto con la abuela paterna de Roma y de Julio, su hijo mayor?