Si de algo ha presumido siempre Eva González es de la importancia que tiene en su vida su familia. A pesar de sus muchos éxitos profesionales y personales, la presentadora nunca se ha olvidado de sus orígenes. Mairena de Alcor, el humilde pueblo sevillano en el que se crio, sigue siendo su hogar. Y en su día a día continúan estando presentes los suyos, incluida su hermana pequeña, que se ha terminado convirtiendo en su alma gemela. Inseparables de siempre, seguramente en esta época de cambios para Eva tras su separación de Cayetano Rivera, estarán más unidas que nunca.
María González, además de ser la hermana pequeña de la modelo, es uno de sus principales apoyos. A pesar de ser cinco años menor que ella, la diferencia de edad nunca ha sido un problema para que las sevillanas se lo contasen absolutamente todo como las grandes amigas que son.
La pequeña de los González compagina su trabajo regentando un negocio de estética en Sevilla, con su vida de madre. En julio de 2018, la joven contrajo matrimonio con su novio Antonio en el mismo escenario en el que su hermana y el torero Cayetano Rivera se habían dado el 'sí, quiero' tres años antes. Y tan solo un año después del enlace, la vida sorprendió a la pareja con el nacimiento de Martín, su primer hijo en común.
Desde pequeñas, las hermanas siempre habían mantenido una relación muy especial. Sin embargo, tras el fallecimiento de su padre Manuel en 2013, la presentadora y su hermana se unieron aún más. María no solo guarda un gran parecido físico con su hermana, sino que además, junto a su madre Encarna, es un pilar fundamental en lo personal.
En multitud de ocasiones hemos podido ver cómo las dos se dedicaban palabras de cariño en público. Cumpleaños y fechas especiales han sido los momentos escogidos por las sevillanas para mostrarse el amor que se procesan. "Tú si que eres mi persona favorita" es como la mayor de las González felicitaba a María en su último cumpleaños. Y eso no es todo ya que, incluso en la televisión, Eva ha dedicado palabras de cariño a la que considera la niña de sus ojos: "No hay nada como el amor de una hermana, y compartir los sueños con ella es de los mejores regalos que te puede brindar la vida".
Las malas rachas también han sido ocasión para dedicarse palabras de apoyo. María siempre ha defendido con uñas y dientes a su otra mitad y ha presumido de lo orgullosa que se siente de su hermana y de la carrera que ha logrado forjar a lo largo de los años.
Además, la proximidad de las dos jóvenes ha hecho que los hijos de ambas, Martín, hijo de María y Cayetano, hijo de la modelo y el torero, se críen como si de hermanos se tratase. Los primos se llevan tan solo un año de diferencia y la cercanía de las hermanas ha hecho que los pequeños crezcan juntos desde pequeños.