En la entrevista que concedió a ¡Hola! tras el nacimiento de su nieta, Ana Obregón quiso dejar claro que ésta, la de traer al mundo a una niña con el material genético de su hijo, "fue la última voluntad de Aless". Según explicó en este reportaje para su revista de cabecera, así se lo comunicó él mismo "de palabra" tanto a ella como a Alessandro Lequio, su padre, "una semana antes de fallecer".
"Aquel día estábamos en el hospital; Aless ya estaba muy mal y nos dijo que, si algo le ocurría, quería que supiéramos que él quería dejar descendencia en esta vida. Aunque ya no estuviera", manifestó.
Esto fue calificado por la propia Obregón como "testamento ológrafo", que ella definió como aquel que "se produce cuando una persona, ante dos testigos, expresa sus últimos deseos, aunque, por las circunstancias que sean, el notario no pueda estar presente en ese momento". Esas dos personas eran ella y Alessandro, su expareja. Y ese documento, la última voluntad de Aless Lequio, "existe y es legal", confirmó.
Una aseveración que esta misma mañana, en 'El Programa de Ana Rosa', ha tenido que matizar el propio Alessandro Lequio. Aunque este mismo lunes, en su reaparición pública tras confirmarse que Ana Sandra es hija biológica de Aless, el tertuliano defendió que no se pronunciaría sobre este tema jamás, alegando que esta es la actitud que a su hijo le gustaría que adoptase, escuchar tanto debate sobre este supuesto testamento ológrafo le ha hecho cambiar de opinión.
"Solo un matiz: yo creo que se equivoca, porque un testamento ológrafo es un testamento escrito, no hablado. Simplemente eso", ha declarado.
Las palabras del aristócrata italiano llevan razón, en tanto a que lo que precisa el Código Civil español para que podamos hablar con propiedad de un testamento ológrafo es que este “deberá estar escrito todo él y firmado por el testador, con expresión del año, mes y día en que se otorgue”, como reza el artículo 688 del citado texto.
La literalidad de las palabras de la actriz en la entrevista para ¡HOLA! parece hacer entender que la voluntad de Aless fue comunicada de forma oral a ambos progenitores. Aunque la propia Ana menciona, también, que “el documento existe y es legal”, se desconocen más detalles sobre la formulación de los deseos de su hijo.
Para que la voluntad del malogrado hijo de la presentadora encajase efectivamente en la figura jurídica del testamento ológrafo, debería, además de cumplir con los mencionados requisitos del 688, haber sido protocolizado por un notario, siguiendo los plazos que ordenan los artículos siguientes del Código.
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