Shaila Dúrcal nunca ha tenido hijos biológicos, pero ha formado una bonita familia junto a Dorio Ferreira, el productor mexicano con el que pasó por el altar hace quince años. La artista conectó desde el primer momento con Aitana, la hija que tuvo su marido en una relación anterior, con quien mantiene una estrechísima relación. De hecho, se consideran "madre" e "hija", por lo que no es extraño que la familia de Rocío Dúrcal se haya reunido para celebrar un día muy especial en la vida de la joven de 18 años.
Aitana se ha graduado en el colegio Aquinas American School (Madrid) y el próximo mes de septiembre iniciará un nuevo ciclo en la Universidad. "¡Mi adorada hija se ha graduado! Baby, acabaste high school. ¡Eres increíble! Espero que esta nueva etapa que vas a vivir la disfrutes al máximo", escribía en el pie de foto. "Te estás convirtiendo en un ejemplar ser humano y quiero que sepas que eres una gran inspiración para mí! Sigue adelante con tus sueños, que tu padre y yo siempre estaremos a tu lado apoyando todos proyectos. Te amamos y deseamos mucho éxito. ¡Enhorabuena, graduada!", compartía algunas fotos de su ceremonia de graduación.
Un día que no se quisieron perder Carmen Morales y Luis Guerra, que también se tomaron una fotografía junto a la protagonista del día, muestra de la magnífica relación que mantienen tras haberse separado a principios de año. Fue la primogénita de la reina de las rancheras, a principios de año, la que informó sobre su situación sentimental actual en una entrevista con Toñi Moreno. "Me ha costado mucho separarme. Ha sido muy difícil después de once años [...] No estamos enfadados y no dejamos de ser una familia", se sinceraba la intérprete, que ya estaba viviendo sola por entonces.
Carmen siempre ha defendido que se lleva "muy bien" con su exmarido. "Yo siempre he mantenido una buena relación con todo el mundo, con el papá de mi hijo tengo una relación buenísima, o sea, nunca he tenido mal rollo con nadie", es consciente de que "la vida es mucho más importante" y pasa "muy rápido" como para estar "enfadados". Una postura entendible si se tiene en cuenta que su historia de amor llegó por el "desgaste" de la misma y no por otros motivos más graves, como la existencia de terceras personas: "Nos teníamos mucho respeto el uno por el otro antes y ahora también".