Habemus salida del hospital de María Pombo con su hija Vega en brazos. 72 horas después de dar a luz a la pequeña, la influencer ha recibido el alta y ha posado ante los medios acompañada por Pablo Castellano, su marido, a las puertas del madrileño Quirón Salud de Pozuelo de Alarcón.
Aunque ha alegado estar "cansada", la también empresaria ha atendido a las preguntas de los periodistas, a los que ha manifestado que está "deseando llegar ya a casa y ver a Martín".
Para esta primera aparición pública, la influencer ha escogido un cómodo vestido blanco hasta los pies y unas frescas sandalias acordes con las temperaturas de la capital. Recordemos que, hasta este domingo, María no contaba con dar a luz hasta dentro de un mes, lo que convirtió su fin de semana en una sucesión de imprevistos. Dado que ingresó de urgencia, tuvo que ser su hermana Marta la que le preparó la bolsa con este vestido y demás enseres necesarios tanto para ella como para Pablo y la criatura.
El hecho de que la niña haya nacido en el octavo mes de gestación también ha provocado, como bien ha dicho la propia Pombo, que sea "muy pequeñita", más de la media. Por suerte, sin embargo, la niña se encuentra sana y está "superbién", de ahí que su equipo médico les haya permitido volver a las dos a casa.
Esta cara que ha mostrado ante la prensa nada tiene que ver a la que hace apenas unas horas veíamos en sus redes. En su perfil de TikTok, el último vídeo compartido por la influencer es de ella en primer plano llorando de forma desconsolada. El motivo, el sufrimiento que le está generando la postcesárea, algo para lo que parece que no estaba preparada.
Las próximas horas, desde la tranquilidad que da estar en casa, se espera que María Pombo se explaye con sus seguidores y explique con pelos y señales cómo está viviendo a nivel físico y emocional esta segunda maternidad.